lunes, 8 de octubre de 2018

PHILIPPINES

PHILIPPINES

IFUGAO TRIBAL CHESS SET

ORIGEN: FILIPINAS                                               AÑO: ca. 1960 

pueblo IGOROT norte de Luzon                                                        

tribu IFUGAO  Banaue                                                                       

REPRODUCCION

AÑO: 2017
MADERA TALLADA: ACACIA Y KAMAONG
 

REY: 10.20 cm

OBSEQUIO: JOHN BRYAN RAROGAL DAGAN

(ADQUIRIDO EN BAGUIO)

(actualizado diciembre 2020)

FOTOGRAFIA: JOHN BRYAN -BAGUIO AGOSTO 2018
 
John Bryan es español y su familia originaria del norte de  Filipinas.  Reside en Madrid y es compañero de trabajo de mi hija Camila.

CAMILA Y JOHN BRYAN
 
 
Recientemente John Bryan,  fue a Filipinas de vacaciones, y luego de buscar y buscar, encontró en Baguio, este precioso conjunto de ajedrez tradicional del norte de su país, inspirado en dioses del arroz. Tallado en maderas nativas por hábiles artesanos que no permiten que sus costumbres, forma de vida, arte y, la cultura que encierran, ni se olvide o  se pierda.










FOTOGRAFIAS: SERGIO COELLAR MIDEROS - OCTUBRE 2018

Los trebejos adquiridos por John Bryan son un tesoro cultural y que ahora forma parte de mi Colección en un lugar especial, son similares a los que se observan en la fotografía más abajo tomada de la publicación de The Chess Collector. http://chesscollectorshop.com/
 

Jim Joannou-The Chess Collector Vol. XVIII No.1 2009-pág. 9

 Juego de ajedrez tribal filipino, ca. 1960
Juego de ajedrez tribal filipino que presumiblemente fue fabricado por el pueblo Igorot en el norte de Luzón, en particular la tribu Ifugao en la región de Banaue. Las piezas están hechas de maderas locales, pero no estoy seguro de qué tipos de madera se utilizaron exactamente. En muchos juegos de ajedrez filipinos se usa Kamagong para las piezas oscuras, pero dudo que este sea el material usado aquí para las piezas negras, porque se siente demasiado claro. Kamagong, que a veces también se llama Ironwood, tiene una densidad muy alta y es bastante pesado. mientras que las piezas de este conjunto son mucho más ligeras. Supongo que se utilizó algún tipo de madera de acacia para ambos lados.

El diseño de las piezas muestra algunas características típicas de los decorados de Ifugao. El Rey se muestra con algún bastón o garrote y escudo. Se representa a la reina llevando una "ofrenda" de algún tipo no identificable, con ambas manos hacia arriba. Los alfiles llevan una túnica y sostienen un cuenco de arroz en la mano derecha, que simboliza su trabajo de dar arroz o comida a los pobres. Los Caballos se representan como carabao (búfalos de agua) con jinete. Las Torres están diseñados como una cabaña construida con bambú con techos de coco seco, también llamada "Nipa", es decir, cabañas Nipa típicas de la región. Los Peones están armados con garrote y escudo.  https://www.chess-collection.de/newpagea1ce2c73
 
Acompañemos a Gareth Williams en una maravillosa descripción del desarrollo ajedrez en el Asia y Filipinas:

Todo es un tablero de ajedrez de noches y días donde el destino juega con los hombres por piezas mueve aquí y allí, mates y agonías, y una a una descansan en las gavetas.”
Rubaiyat, de Umar JATYAM, hacia 1100

"En el siglo XV el islam, y por lo tanto el arte islámico, se había extendido dentro del vasto imperio musulmán desde las costas atlánticas del norte de África a las fronteras del sur de China. Dentro de este complejo imperio fueron absorbidas muchas y diferentes culturas y religiones de Asia. Por lo general, los conquistadores islámicos toleraban las religiones locales y no perseguían sus creencias.
Cristianos, hindúes y budistas pudieron practicar sus religiones libremente. Los artistas y artesanos también continuaron con sus ocupaciones y desarrollaron sus habilidades de acuerdo con sus tradiciones culturales, políticas y estéticas.

Las piezas de ajedrez islámicas del siglo X mantuvieron su forma básica durante siglos, cambiando sólo gradualmente. Durante el siglo XIII las piezas se torneaban pero mantuvieron el mismo tamaño, y las protuberancias superiores aún se tallaban para distinguir al elefante del caballo.

El sha y la firzan sólo se diferencian por el tamaño, el sha es mayor. La torre tiene un acabado de base invertida con la convencional V grabada en forma de grieta. Los peones están torneados como una versión más pequeña del sha.

En el siglo XVI las piezas de ajedrez se hacían al torno, probablemente en tornos de arco. El Ashmolean Museum, en Oxford, Inglaterra, tiene piezas de ajedrez de marfil de Egipto, que han sido datadas, con carbono radiactivo, hacia 1470-1650.

El ajedrez fue introducido en las islas desde el sur de la India, fortalecido por los comerciantes árabes y de nuevo influido por portugueses y holandeses, que desde el siglo XVI convirtieron a Yakarta en el centro de su imperio comercial. Gobernaron Java y casi todas sus islas hasta 1949. El ajedrez era muy popular entre los nativos, que solían tallar con cuchillo sus propias piezas de ajedrez de madera suave o bambú, coloreando levemente uno de los bandos.

Había un modelo regular para los juegos que fabricaban: el rey tenía que ser la pieza más grande; la reina sería un poco menor con un corte en V como acabado; el alfil sería menor, coronado por un corte en V; el caballo, aún más pequeño con un corte en diagonal; la torre, con la forma de la parte superior de un lápiz; y los peones, pequeños trozos de madera u hojas.

El tablero, que no tiene escaques, se dibujaba simplemente en el suelo. En Sumatra el juego era tan popular que era normal que el centro de reunión del pueblo tuviera un tablero de ajedrez tallado en el suelo de madera. También había juegos de ajedrez de mayor calidad, torneados siguiendo los modelos musulmanes abstractos, similares a los ajedreces de la India.

Filipinas se asemeja a Indonesia en que está compuesta de muchas islas, en este caso, más de 7000. Es una zona de terremotos, erupciones volcánicas y tifones. El país debe su nombre al rey Felipe II de España; las islas estuvieron bajo dominio español durante tres siglos. Las religiones predominantes son el catolicismo y el islamismo. 
 Al parecer el ajedrez ha sido muy popular en Filipinas desde que fue introducido por comerciantes árabes, que probablemente llegaron hacia: el siglo XIV con sus cuentos de viajeros y anunciándose como profetas de Mahoma. En una época más reciente, el ajedrez fue promocionado activamente por el ex presidente Ferdinand Marcos. Éste se consideraba amigo personal del campeón del mundo Bobby Fischer e intentó persuadido para que defendiera su título contra un joven aspirante ruso llamado Anatoli Karpov, ofreciendo un impresionante premio al ganador del torneo. 

Marcos, conocido por su extravagancia como comprador de objetos de arte, tenía una impresionante colección de juegos de ajedrez.  En 1978 el campeonato mundial de ajedrez tuvo lugar en Baguio City, entre el campeón del mundo Anatoli Karpov y el aspirante Victor Korchnoi. Karpov ganó apretadamente el torneo, seis victorias a cinco, con 21 movimientos. El comienzo de la partida casi sufrió un retraso al descubrir los jugadores que los organizadores filipinos pretendían que jugaran con un ajedrez local de un diseño diferente al ajedrez tradicional Staunton. Se organizó tal jaleo que se tuvo que enviar un mensajero a Manila para que encontrara un ajedrez Staunton y la partida pudiera comenzar.

Cuando los árabes introdujeron el ajedrez en el sudeste asiático, los juegos eran parecidos a los islámicos utilizados en Arabia y Europa durante el siglo X. Con el paso del tiempo las piezas cambiaron.

Cada país o tribu desarrolló su propio diseño para juegos de ajedrez convencional. El modelo final estaba influido por la cultura de su civilización. Una vez establecidos, al igual que en la India islámica, Tailandia, Camboya, Java o Filipinas éstos apenas cambiaron durante siglos. En este nuevo milenio, las antiguas costumbres y sus diseños de ajedrez todavía perviven.
 
Hacia 1850.       Rey: 5· 1 cm.
Juego de ajedrez convencional de hueso tallado; los colores blanco y negro se obtienen utilizando huesos de diferentes animales. El diseño del juego es muy básico, excepto el caballo, que produce un sorprendente contraste al ser tan estrafalario. La forma del caballo ha evolucionado hacia la cabeza de un equino con las crines al viento y está influido por el miedo constante a tormentas tropicales, erupciones volcánicas y terremotos. Para evitar estos desastres tallaban en las esquinas de sus tejados unas míticas serpientes, símbolo de la buena suerte para proteger el hogar del fuego y el agua. Este símbolo de la buena suerte ha sustituido al caballo en el ajedrez filipino."
Williams, Gareth “Jaque mate. El ajedrez, historia e iconografía de una pasión” GRIJALVO MONDADORI S.A.-2001, Págs. 89-116

Jim Joannou en “Chess sets of the Phillipines”. Part  1 y 2, publicados en THE CHESS COLLECTOR VOL XVII No. 3 2008 y  XVIII No. 2. 2009,  nos deleita con una muy interesante investigación sobre el ajedrez en Filipinas.

“Ahora dirigimos nuestra atención a las regiones central y del norte de las Filipinas donde encontramos varios diseños de ajedrez diferentes. Como se mencionó anteriormente, es la cultura, tradiciones, religiones y personas de Filipinas que determinan las razones ocultas detrás de los diferentes estilos que encontramos en estas islas.

Las partes central y norte tienen fuerte influencia de la religión católica,  sin embargo en las áreas de la periferie existen religiones que han "absorbido una cantidad de elementos indígenas tales como ofrendas a espíritus ", e influencias "paganas".  "Ídolos" como un dios del arroz conocido como "Bulol" y uno mitad hombre mitad figura de pájaro conocido como Bal-Bal, constan entre otros 1500  a los que siguen adorando y se muestran en su cultura, arquitectura y artefactos, incluyendo sus juegos de ajedrez.



El ajedrez se introdujo en Filipinas en el siglo 15 por los colonos árabes y comerciantes del sur, que se establecieron en las islas e introdujeron creencias islámicas. En 1564 los españoles conquistaron el área e introdujeron el cristianismo y las influencias y valores europeos.

En 1869, los filipinos se rebelaron contra los españoles y dos años más tarde la soberanía fue transferida a los EE. UU. Los siguientes 75 años fueron inestables y finalmente en 1941, durante la Segunda Guerra Mundial, los japoneses invadieron Filipinas, que fue liberada en 1944 y obtuvo su independencia en 1945. 


Conjuntos tribales / ídolos del norte
 
Las islas del norte de Filipinas son montañosas y son el hogar de varias tribus guerreras que tienen su historia pagana de rendir culto.  Estas áreas son conocidas por su arroz y la gente local protege este delicado ambiente de arrozales tallados en los lados de las montañas,  erigiendo estatuas de un dios del arroz conocido como Bulol. 



Estos dioses del arroz se representan en posición cuclillas y los conjuntos de ajedrez hechos localmente son también representados de esta manera. 


En la figura, se muestra el alfil con un cuenco de arroz (en su cabeza), un tema que se repite en conjuntos del norte de Filipinas. Los caballos en estos conjuntos se representan como búfalos de agua, que es un símbolo nacional  y la torre está diseñada como una típica casa filipina: "Nipa" o cabaña.

Estas viviendas construidas en bambú tienen un techo de paja hecho de coco seco u hojas de "Nipa". Este estilo de torre también ha sido mal descrito por algunas personas como tiendas de arroz!


Lado blanco de un conjunto tribal Ifugao hecho de madera de Acacia.
En la región
norte de Baguio, vive la tribu "Ifugao", que tiene una larga historia de luchas con el vecino: la tribu "Bontoc" y este es el tema de otro estilo de juego de ajedrez.

Estas son piezas bien talladas hechas de madera de Kamagong, madera dura naturalmente oscura encontrada solo en las Filipinas, también conocido como Ironwood y madera de Acacia.
Una vez más, las torres en estos conjuntos se diseñan como la cabaña Nipa. Como se señaló con el dios Arroz establece que el alfil está sosteniendo un pequeño cuenco de arroz en su mano derecha."

Recomiendo a los amigos las lecturas de las investigaciones de Jim Joannou, las pueden encontrar en PDF en los links que siguen a continuación.
Chess sets of th Philipines - Chess Collector
 
 
 
Finalmente, recordaremos el match por el Campeonanto Mundial jugado en Baguio en 1978, entre Karpov y Korchnoi, AJEDREZ 12 reseña el 18 de octubre de 2016:

“Karpov – Korchnoi, el match donde el ajedrez pasó a segundo plano 

El de Baguío, Filipinas, en 1978, no fue uno más de tantos matches por el título del mundo de ajedrez. El encuentro entre el campeón Anatoly Karpov y su retador Viktor Kortchnoi, excedió largamente escaques y trebejos bicolores , para convertirse, ya desde antes de comenzar, en un nuevo y singular campo de batalla de la “guerra fría”, que libraban por entonces y sin darse tregua, las grandes potencias de Oriente y Occidente. Karpov era el niño mimado de la Unión Soviética, nación para la cual había recuperado (aunque fuere por incomparecencia de su rival) el título mundial que Robert Fischer les arrebatara en 1972, luego de casi 25 años ininterrumpidos de hegemonía en el concierto del ajedrez mundial. Era considerado un héroe, un emblema y un ejemplo en su país. Muy por el contrario Kortchnoi, ruso de nacimiento al igual que su rival, había desertado de la URSS en 1976, luego de jugar un torneo de grandes maestros en Amsterdam, por lo que se lo consideraba un traidor a la patria y su figura era execrada de todas las maneras posibles. Pero, como no podía ser de otra forma, esa misma figura del exiliado ganó fama y admiración en occidente, donde los adversarios de la URSS tomaron su actitud como un ejemplo de valentía y lucha por la libertad. En este contexto de posturas tan antagónicas como irreconciliables, el choque de los dos gladiadores del tablero iba a ser, necesariamente, una disputa traspasada por la política, los odios y las pasiones. Y no solo lo fue, sino que las rencillas, denuncias y provocaciones tuvieron por momentos ribetes verdaderamente grotescos.


No era la primera ocasión en que Karpov y Kortchnoi se verían las caras en un match. En 1974, en Moscú, se enfrentaron en la final del Torneo Candidatura, luego a haber recorrido ambos, a puro talento y capacidad, el espinoso y arduo camino que los depositara en el último escalón antes de retar al campeón mundial Bobby Fischer. Karpov ganó aquella vez en forma muy ajustada, se convirtió en el desafiante y poco después en el nuevo campeón, ante la negativa del norteamericano de jugar para defender su corona. Korchnoi en esos tiempos aún no era un exiliado, pero ya deba muestras claras de inconformismo, como por ejemplo cuando, luego del encuentro, acusó a la Federación Soviética de Ajedrez de favorecer a Karpov con medios que él no tenía disponibles (por caso, otorgándole los mejores analistas), arguyendo que en esas preferencias jugaban dos factores fundamentales: Karpov no solamente era un miembro del partido, sino que era veinte años más joven y por lo tanto con mayor proyección a futuro; y por otra parte, era un “ruso puro” cuando él, Kortchnoi, era ruso por pasaporte, pero judío de origen.

En Baguío, pues, volvían a enfrentarse el campeón y el exiliado. El match se pactó a seis partidas ganadas, sin contar las tablas y sin límite de encuentros.

Ya durante los preparativos, las enjundiosas batallas orales libradas ante el periodismo en una catarata de declaraciones de ambos bandos incluso desde que se pactara el encuentro, comenzaron a tomar forma en la práctica. Kortchnoi, cuya esposa e hijo permanecían en la Unión Soviética sin permiso para salir del país, pretendió jugar bajo la bandera de Suiza, país en el que residía desde su defección de la URSS, pero los soviéticos se opusieron, alegando que su tiempo de residencia en ese país no alcanzaba el mínimo estipulado por la FIDE para poder hacerlo. Tras arduas negociaciones, la disputa se zanjó salomónicamente: se jugaría sin las tradicionales banderas sobre la mesa de juego.

Justo antes del comienzo, un nuevo problema inquietó a los organizadores, ya que, por una vez de acuerdo, ambos jugadores cuestionaron el peso demasiado ligero de las piezas de ajedrez que se utilizarían para el match, por lo que se debió procurar un nuevo juego, el que arribó desde Manila, la capital del país, minutos antes del inicio. 
Baturinsky y Karpov
Transcurrida la primera partida, jugada en un ambiente en donde la tensión era palpable, pero donde hubo más calma en el tablero que fuera de él (tablas en 18 movimientos), Viktor Kortchnoi protestó airadamente ante las autoridades por la presencia, entre los espectadores, de un individuo que perturbaba sus pensamientos e influía negativamente a la distancia sobre su mente: Vladimir Zukhar, un parapsicólogo que formaba parte del equipo del campeón y oficiaba, según Baturinsky (líder de de la delegación soviética) como psicólogo de Karpov. Las idas y venidas respecto de la reclamación transcurrieron principalmente sobre la ubicación que Zukhar tenía en los asientos, pues el retador sostenía que no debía sentarse en las primeras filas, como de hecho lo venía haciendo. Con la intervención de ambas partes, más el árbitro Lothard Schmidt y hasta el presidente de la FIDE, Campomanes, recién al llegar al juego número ocho se llegó a un acuerdo: el parapsicólogo no podría pasar de la fila cinco.

Para sumar otro ingrediente a la ya de por sí áspera situación extra ajedrecística del encuentro, luego del segundo juego el equipo de Kortchnoi elevó una nueva protesta: promediando cada partida, el campeón recibía de un camarero un vaso con yogurt. La queja se fundaba que los vasos eran de colores diferentes, como así también el contenido, por lo que el desafiante sospechaba que por esa vía se enviaban a Karpov mensajes relativos a la partida, tales como “es mejor que ofrezcas tablas” o “tienes ventaja, continúa jugando” o cosas por el estilo. No obstante parecer inclusive risueño o disparatado, para evitar complicaciones los organizadores dispusieron, luego de unos días, que el “famoso” yogur se sirviera en un vaso de un solo color y que, si se cambiara el color de la bebida a entregar, el hecho debería ser comunicado con antelación al árbitro Schmidt. 


En medio, llegó el turno de las quejas del campeón, molesto porque el exiliado se presentaba a jugar con unos grandes anteojos espejados, que según Karpov le molestaban la vista al reflejar la gran cantidad de luces dispuestas sobre el escenario. Kortchnoi adujo que le molestaba sobremanera la costumbre del campeón de mirar al rival fijamente cuando no le tocaba mover y que los anteojos los usaba para contrarrestar esa molestia, que según aducía lo había afectado en el match de 1974. Otra vez, negociaciones. Al final, las autoridades no dieron lugar al reclamo, pero promediando el match el retador dejó de usarlos.

Hasta la partida 12°, mitad del encuentro, seguía reinando la igualdad. Pero Karpov ganó las 13°, 14° y 17° partidas, adquiriendo una ventaja muy significativa en el marcador.
Por si algún aditamento le faltaba a esta verdadera guerra de nervios, denuncias y quejas en que se había transformado el match (incluso con pataditas por debajo de la mesa, como los niños, por las que el árbitro hubo de reconvenir a los jugadores), se produjo la llegada al mismo, en el juego 18°, de una pareja de misteriosos personajes pertenecientes a la secta de origen indio Ananda Marga, convocados por el retador como ayuda espiritual mediante ejercicios de meditación y, además, para contrarrestar, en la misma sala de juego, los influjos del parapsicólogo soviético. La delegación soviética protestó y otra vez Campomanes junto a los organizadores tomaron cartas en el asunto. Finalmente y luego de muchas alternativas lindantes con lo policíaco, la pareja debió hacer sus maletas e irse de Baguío, aunque recién lo hizo el día anterior a la partida 32°.

Kortchnoi acortó distancias ganando en la 21°, pero el campeón ganó la 27° y se puso 5 a 3, restándole solamente una victoria para retener el título. Pero para asombro de todos, el exiliado sacó fuerzas de flaquezas y se anotó sendas victorias en los juegos 28° y 29°, empatando el marcador.

La tensión, ahora volcada plenamente al tablero, alcanzó su climax. La definición era incierta y cualquiera de los dos competidores se alzaría con el triunfo en el match con solo ganar una partida. Karpov, que debía aprovechar la ventaja de llevar las blancas en el siguiente juego, el 32°, planteó en el mismo una apertura de peón rey que pronto se transformó en una Benoni. El campeón obtuvo ventaja posicional, ganó un peón y condujo con precisión la partida a la suspensión en la jugada 41, en una posición ganadora. Al dia siguiente, Kortchnoi informó al árbitro a través de su ayudante Raymond Keene, que abandonaba la partida. El mismo día, el retador envió una carta a los organizadores, diciendo que si bien no continuaría el juego suspendido, se negaba a firmar la planilla debido a que no consideraba válido el resultado del match, en vista de la intolerable conducta de los soviéticos, la hostilidad de los organizadores y la inacción de los árbitros. Tiempo después, incluso declaró que la KGB estaba preparada para matarlo si ganaba el match. Viktor se fue de Baguío sin asistir a la ceremonia de cierre y sin cobrar el premio estipulado.

Aún hoy, a 38 años de terminado el encuentro, el 18 de octubre de 1978, toda la serie de sucesos ocurridos durante el mismo causan estupor, cuando no una gran pena, pues se agraviaron de manera por demás manifiesta algunos de los valores más importantes de nuestro juego, como lo son la caballerosidad, la lealtad deportiva, el respeto mutuo y hasta la seriedad del mismo.

Karpov retuvo la corona por ajustado margen y Kortchnoi iba a tener, pocos años después, una nueva oportunidad contra el mismo rival. El encuentro de Baguío será recordado, no obstante, no por su resultado final, sino por haber constituido uno de las demostraciones más acabadas de cómo el ajedrez resulta empañado cuando lo traspasan interesas que nada tienen que ver con el juego mismo."


 

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