ADAPTACION A TREBEJOS
(hecho a mano)
ORIGEN: GRECIA AÑO: 2021
TREBEJOS BLANCOS: Bronce natural
TREBEJOS NEGROS: Bronce azul patina
REY: 95.50 mm
BASE: 25.50 mm
PESO: 9.00gr
Hipocampos como caballos y torres con capiteles y volutas jónicas |
Trebejos en cobre acabado en simulado azul-patina |
MUSEO ARQUEOLOGICO DE ATENAS |
FOTOGRAFIA: SERGIO COELLAR MIDEROS - QUITO, ENERO 2022 |
Y todavía conservamos hoy cientos de pequeñas figuras de mármol fabricadas en las Cícladas, la mayoría femeninas, que sorprenden por su increíble modernidad.
El esquematismo y la elegancia de estas figuras dejaron sin palabras a artistas como Brancusi,Modigliani y Picasso, que cayeron rendidos ante esa belleza y eficacia expresiva encerrada en formas tan simples.
Escultores de las dos grandes revoluciones formales, el expresionismo y el cubismo se dejaron influir por la cultura cicládica que 4000 años después todavía conservaba una enorme frescura, y ladrones como eran (como lo son todos los artistas, no lo neguemos…), se apuntaron el tanto de la originalidad al transmitir una modernidad tan eterna.
La historia del arte le debe mucho, incluso a veces sin saberlo, a esta cultura tan poco conocida, que en unos pocos centímetros engloban lo primitivo y lo atemporal, lo mediterráneo y lo universal.
La colección cicládica
Vista de la sala con la colección cicládica |
Tres figuras de la colección cicládica, atribuidas al maestro Goulandris. Primer período de las Cícladas II (2800-2300 a.C.) |
Esta exposición incluye artefactos griegos desde la Edad del Bronce (segundo milenio a.C.) hasta el período romano tardío (siglo IV d.C.). Las categorías más importantes del arte griego están representadas por ejemplos significativos de cerámica, estatuillas de terracota, escultura, artículos de metal y vidrio, joyería y una buena colección de monedas de las Cícladas. La colección griega se exhibe en el segundo piso del edificio principal.
El cuarto piso alberga la Colección Charles y Rita Politis, donada al Museo desde 1989. Esta exposición contiene estatuas de mármol, terracotas, joyas y una importante colección de cascos de bronce antiguos.
La casa de Stathatos
Esta creación neoclásica de Ernst Ziller, un arquitecto bávaro que trabajó extensamente en Grecia después de que se convirtió en un estado independiente a fines del siglo XIX, fue construida en 1895 para convertirse en la residencia de Otto y Athena Stathatos, una pareja de atenienses adinerados que legaron al Estado. Desde 1991, la Casa se ha convertido en la nueva ala del Museo. Una colección de artefactos griegos, propiedad de la Academia de Atenas, se exhibe permanentemente en una de las salas de la planta baja. La planta baja del edificio, incluida una encantadora rotonda de invernadero, se ha conservado en su estado original y puede ser visitada por los invitados del museo. La 1ª planta se ha convertido en espacio expositivo, destinado a las exposiciones temporales del Museo. La entrada a la Casa Stathatos es desde la esquina de Vassilissis Sophias y la calle Herotodou, aunque el acceso se realiza desde el patio del edificio principal por medio de un pasillo especialmente diseñado.
Exposiciones temporales
El Museo organiza exposiciones sobre arte griego y temas afines, u ocasionalmente acoge eventos similares organizados por otras instituciones. La información sobre los programas actuales se puede encontrar en nuestro sitio web.
http://odysseus.culture.gr/h/1/eh151.jsp?obj_id=3520
https://mihistoriauniversal.com/prehistoria/las-cicladas |
Estatuilla cicládica femenina |
Son esculturas que utilizan como material base el mármol de la zona, muy compacto y de grano muy fino, antropomorfas, de perfiles redondeados, sin detalles marcados y tienden hacia el esquematismo. La suavidad de las líneas y de la superficie se conseguía desgastando y puliendo el mármol con piedra de esmeril o corindón. La presencia de pigmentos de colores rojos y azules indican que al menos algunas de ellas llegaron a tener decoración pintada.
En general son de reducido tamaño, de no más de 30 cm aunque existen algunas que rondan los 1.5 m. Algunas presentan rotura intencionada del cuello y otras tienen orificios.
Por su forma, existen diferentes tipologías: por un lado, las que tienen tendencia a la abstracción, también llamadas de caja de violín, por su forma, y por otro, las que tratan de imitar los rasgos humanos de manera más realista. Entre estas últimas pueden distinguirse las de brazos cruzados bajo el pecho, las de mujeres embarazadas, las de mujeres que sostienen a sus hijos en sus brazos o encima de la cabeza, y las de músicos.
Las primeras tienen su apogeo durante prácticamente toda la primera mitad del III Milenio, aunque llegan hasta el Cicládico Medio como atestiguan las placas recortadas de Filacopí en la isla de Milos, datadas sobre el 1900 a. C. Las de brazos cruzados florecieron entre el 2400 y el 2000 a. C. El término realista debe tomarse en su sentido general pues estas figuras se caracterizan precisamente por sus facciones geométricas y por la representación sutil de los miembros del cuerpo, casi sin percibirse las articulaciones. Sólo al final del periodo presentan algún detalle anatómico, como ojos y boca.
Las más antiguas, pertenecientes a la cultura de Grotta-Pelos (Cicládico Antiguo I), se pueden dividir en las de tipo caja de violín que, como se ha señalado antes, son las más abstractas dado que se componen de un cuerpo, un cuello largo y no tienen cabeza, aunque a veces incluyen detalles como los genitales o collares; las de tipo Plastiras, figuras femeninas de rasgos faciales muy marcados, salvo los ojos y las de tipo Louros, que tienen los brazos de forma horizontal, estirados.Las de brazos cruzados de la cultura Keros-Siros (Cicládico Antiguo II) tienen, a su vez, diferentes variedades que se diferencian por ciertos rasgos particulares. Incluso a algunas se les ha podido asignar a un determinado taller o artista individual. Las de tipo Spedos son de apariencia robusta, una cintura más estrecha que la zona del abdomen y separada de la parte inferior del cuerpo por una hendidura horizontal, la parte inferior de las piernas separadas, una incisión en la rodilla, rostro convexo y cabeza en forma de «U». Las de tipo Kapsala tienen la cabeza ovalada, la espalda estrecha y los pechos proyectados. Las de tipo Dokatismata son figurillas delgadas y elegantes, de piernas largas y estrechas, así como el cuello, mientras la cabeza tiene forma triangular y la espalda es relativamente ancha. Las de tipo Jalandrianí tienen el tórax cuadradado, las piernas cortas, un cuello largo y cilíndrico y cabeza triangular. En este tipo el triángulo púbico es de gran tamaño.
A muchas de las estatuillas no se les puede asignar con certeza un género, pero otras representan con seguridad figuras femeninas. Se piensa que las que representan figuras femeninas desnudas, con los brazos cruzados sobre el vientre y los senos y el triángulo púbico bien marcados, puedan ser representaciones de la diosa de la fertilidad. Algunas de las estatuillas tienen los pies en postura oblicua y la cabeza algo inclinada hacia atrás, por lo que se ha pensado que podrían representar a mujeres tumbadas en el momento del parto.3 Por otra parte, también hay algunas figurillas masculinas que se representan en actitud de lucha, cazando, o tocando instrumentos musicales.Aparecen, en su mayoría, en tumbas de cista, pero también en contextos habitacionales, por lo que se ha sugerido que se trataba de objetos de prestigio personales. No obstante, existen diversas teorías acerca del uso que se hizo de estas estatuillas. Se ha señalado que podrían tratarse de sustitutos de sacrificios humanos o bien imágenes de antepasados. También se ha sugerido que las más grandes podrían servir para indicar los lugares de enterramiento a modo de estelas, mientras que las más pequeñas pudieron ser muñecas infantiles o tener una función de protectoras de los muertos o como amuletos para acompañar a los difuntos (se les ha relacionado con los ushebtis egipcios
Invito a los amigos a obtener una comprensión total del texto de Sergio Negri en https://fotografiadelacoleccion.blogspot.com/2021/10/viaje-por-los-origenes-del-ajedrez.html y descargar la publicación en AJEDREZ LATITUD SUR https://ajedrezlatitudsur.wordpress.com/2021/08/28/los-origenes-del-ajedrez/
Recogemos aquí, un fragmento del texto de Sergio E. Negri, que se relaciona, de alguna manera, con el motivo de la presente entrada.
ORIGEN EGIPCIO DEL AJEDREZ: UNA HIPÓTESIS INCONSISTENTE
Un probable origen egipcio del ajedrez en principio se basa en relatos clásicos correspondientes a la Grecia antigua que tuvieron mucha influencia en la Edad Media, y aún más allá, donde se sostiene el mito de que su creación se debe al dios Tot, el de la sabiduría, una deidad que tenía autoridad sobre los otros dioses del panteón correspondiente a aquella civilización.
Desde esa civilización ancestral es que lo heredaron los griegos, aunque es preciso aclarar que el juego de mesa por entonces más popular de éstos, en rigor era el petteia, el que difícilmente puede ser considerado una forma de proto-ajedrez. Aunque, y ya lo veremos más adelante, conforme alguna mirada, se lo podría ubicar, junto a otros juegos, como una posible contribución para la creación de una práctica distinta y superadora que sí cabría que sea considerada como un antecedente relativamente directo del ajedrez.
Fresco de la tumba de la faraona Nefertari (hacia 1250 a. C.) en Karnak La soberana esta representada con un tablero. Finkenzeller,R. "AJEDREZ, 2000 AÑOS DE HISTORIA" |
Platón en Fedro, obra escrita en el año 370 antes de Cristo, en el contexto de una de sus conocidas invocaciones a Sócrates, asegura en efecto que el ajedrez (el petteia) provenía de la cultura vecina, ubicando ese ingreso en los siglos V a IV antes de Cristo. El pasaje en cuestión dice específicamente: “Me contaron que cerca de Naucratís, en Egipto, hubo un Dios, uno de los más antiguos del país, el mismo á que está consagrado el pájaro que los egipcios llaman Ibis. Este Dios se llamaba Teut. Se dice que inventó los números, el cálculo, la geometría, la astronomía, así como los juegos del ajedrez y de los dados, y, en fin, la escritura”.
Los máximos esfuerzos en tiempos modernos para sostener la tesis de un origen egipcio del ajedrez, los hizo en el siglo XIX el investigador español (catalán) Josep Brunet i Bellet.
A la vez de advertir ciertas debilidades de la explicación indiana (de alguna manera se propuso quebrar el paradigma predominante), procuró construir una alternativa explicativa, poniendo el foco de atención en la cultura egipcia. En ese contexto, llegó a suponer que no sólo el juego tenía ese origen, sino que la vía de difusión ulterior era bien otra que la queconvencionalmente se establecía.
Para ese autor pasó de Egipto a Grecia y Roma, y sólo después a India y Persia (en tiempos de Alejandro Magno). En ese tránsito explicativo se apoyó fundamentalmente, además de en algunas referencias literarias como la aludida de Platón, en algunas imágenes pictóricas y el hallazgo de estatuillas en excavaciones realizadas en los dominios de la cultura egipcia que tenían gran antigüedad las que fueron adscriptas, luego se comprobaría que impropiamente, a alguna clase de proto-ajedrez.
Arriba la publicada por Sergio Negri, correspondiente a una antigua versión del libro
Abajo la misma obra de mi biblioteca, reeditada por Hispano Europea en 2005
Al cabo del tiempo se pudo dilucidar que la construcción de esta línea argumentativa fue algo forzada quedando claro que, más allá de las intenciones, al menos se verificó en el caso una confusión de juegos. Es que, cuando los antiguos filósofos griegos hablaban del asunto, sus miradas recaían en el petteia, un juego de mesa que en sí mismo está lejos de poder ser considerado una clase de ajedrez. Lo propio podría decirse del ludus latrunculorum romano al que en tiempos muy tempranos se refiriera el célebre poeta Ovidio.
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"El ajedrez, Investigaciones sobre su origen" - José Brunet y Bellet |
La famosa Ánfora de Exéquías de Villa Gulia Roma (siglo V a.C) "AJEDREZ, 2000 AÑOS DE HISTORIA" |
Por todas estas tesis, que siendo tan diversas confluyen en un mismo espacio geográfico, se ha llegado a esgrimir la posibilidad de un supuesto origen del ajedrez en la bella Hélade. Sobre ese punto, es evidente que las referencias corresponden al juego de mesa por excelencia de la Grecia antigua, que era el petteia, el mismo que se cree Alejandro Magno debió haber llevado al Oriente en su excursión que lo llevó hasta la India en el siglo III antes de Cristo. Adelantemos que, por su simpleza, si bien pudo haber sido un aporte civilizatorio para la creación de un nuevo pasatiempo, de ningún modo debería ser considerado un prototipo previo del ajedrez.
Cuando se habla del petteia, a veces no sólo a un juego sino también a un tablero en el que se jugaban distintas prácticas, como la llamada poleis (pollux para los romanos). Fragmentos de ellos y algunas piezas se hallaron en excavaciones de Troya. Si bien no se conocen con exactitud las reglas del petteia, se cree que se utilizaban piedras blancas y negras (eran éstas las que comenzaban) sobre un tablero de 8x8. El objetivo era capturar o inmovilizar las piezas contrarias, que eran de dieciséis por bando, no habiendo una que tuviera un mayor valor. Se movían ortogonalmente y eran capturadas al ser rodeadas por piedras rivales, ubicadas en ambos sentidos en directa continuidad. El algo más complejo juego romano ludus latrunculorum, además de los peones presentaba a una figura de Dux o líder, resulta no obstante su heredero. Muchos escritos antiguos se refieren a ambos juegos, de Platón a Oviedo. Cuando se hicieron en la Edad Media traducciones de las lenguas originales a las romances, se tradujo tanto petteia cuanto ludus latrunculorum por ajedrez (dada su por entonces creciente difusión y reputación). Esto generó equívocos al reforzarse la idea del vínculo del ajedrez moderno con un improbable antecedente grecorromano.
Al petteia, por sus características, se lo suele correlacionar con el modelo político griego. De piezas sin diversidad se deriva el ideal de ausencia de jerarquías en la sociedad ateniense (con las mujeres que en ese esquema igualitario no contaban). La necesidad de captura actuando en conjunto se infiere la posibilidad de construir una democracia en la que todos contribuyan a un fin común. Nótese en este sentido que Aristóteles, en su magna obra Política, al asegurar que el hombre nació para vivir en una ciudad, compara a quien no tiene familia, leyes y hogar con: “una pieza aislada del juego de…”; y la frase, según las diferentes traducciones, puede completarse con “damas”, “backgammon” o incluso “ajedrez” cuando, sabido es, la referencia original aludía al petteia (en el griego original el autor menciona “pettoi”). En cualquier caso, en el juego griego, cada elemento tiene sentido en su relación con los restantes. Y lo peor que le podía suceder a un individuo era quedar enajenado del conjunto. Así en la vida, así en el propio juego; uno que refleja perfectamente a la sociedad en la que se lo practicaba.
https://ajedrezlatitudsur.wordpress.com/2021/08/28/los-origenes-del-ajedrez/