|
GM David Bronstein |
Es de dominio público que Bronstein invertía mucho tiempo en realizar el primer movimiento en alguna de sus partidas (su record es 40 min.). Esto ha hecho que los periodistas le pregunten por la razón de esa tardanza en repetidas ocasiones; harto, Bronstein contestó a un reportero de esta forma:
- ¡Pienso en cómo jugaré mañana!
La explicación del comportamiento de Bronstein nos la da Yuri Averbach en su libro "Lecturas de ajedrez", en el que cuenta como Bronstein apenas podía dominar sus nervios cuando le tocaba escoger un plan al comienzo de la partida. Así, el reloj empezaba a correr y Devik se quedaba petrificado, buscando tranquilizarse y concentrarse en la partida.
Muchos atribuyen la siguiente anécdota a Bronstein.
En una partida de Torneo el jugador que llevaba las blancas tardó mucho tiempo en realizar el primer movimiento. Al finalizar la partida su rival le preguntó:
- ¿Por qué ha invertido tanto tiempo en la apertura? ¿Es que trataba de descubrir algo nuevo?
- ¡En absoluto! - contestó éste -. Noté la falta de la llave de casa en el bolsillo y he estado todo el tiempo pensando donde la habré olvidado.
Esta simpática anécdota de Bronstein me llevó a su libro "Aprendiz de Brujo", en el que recordaba una partida suya contra Isaac Boleslavsky en la que se tomó 50 minutos reflexionando en su primera jugada, esta vez con negras. (Moscú 1950- Play off de desempate)
Acompañemos a David Bronstein en sus comentarios:
"Recuerdo como, en el invierno de 1938, un joven estudiante de Dnepropetrovsk causó sensación en el Campeonato de Ucrania, disputado en Kiev. La sala del torneo estaba atestada por los numerosos espectadores que seguían con gran interés el hermoso estilo de este joven candidato a maestro. Jugaba a una velocidad impresionante y ganaba casi todas sus partidas. Consiguió el primer premio y más tarde ganó el Campeonato de Ucrania dos veces más. Yo mismo me hallaba entre los presentes y sus bellas concepciones sobre el tablero me impresionaron vivamente. Al año siguiente, también yo disputé el campeonato de Ucrania y entonces, a pesar de nuestra diferencia de edad, nos hicimos amigos. Descubrimos que, además del ajedrez, nos unían aficiones comunes. En los años siguientes jugábamos a menudo en los mismos torneos.
|
Isaac Boleslavsky y David Bronstein (1950) chess.com |
También analizábamos mucho juntos y, naturalmente, ninguno ocultaba al otro los secretos de sus respectivas aperturas. Esto fue la causa de por qué en este match me era muy difícil conducir las piezas negras. Después de su primera jugada, 1.e4, Isaac Boleslavsky siempre obtenía mejor posición. Recuerdo que en la segunda partida del encuentro, después del acostumbrado primer movimiento de Isaac, pensé largo rato (unos 50 minutos aproximadamente) intentando encontrar algo mejor y me decidí por 1…Cf6.
En este juego me correspondían las blancas, por lo que la primera jugada era más fácil de decidir. No jugué 1.e4 porque no deseaba entrar ni en una Francesa ni en una Siciliana, defensas que tanto habíamos analizado juntos.
También debo decir que, contrariamente a lo que se cree, no dediqué ningún día a la preparación teórica. Pasé el mes anterior al match en la famosa estación lituana de vacaciones de Jurmala, la Casa de la Literatura. Es fácil explicar por qué me encontraba allí: la joven de la que me había enamorado ese año había sido enviada a su puesto de profesora de verano en un campamento para niños cerca de Jurmala. Todo el tiempo libre lo pasábamos juntos
Simultáneamente, se disputaba el campeonato de Toda la Unión en el Club Spartak y Aleksei Suetin, autor de un libro sobre la vida y partidas de Isaac Boleslavsky, me veía cada día sin ayudante, tablero ni libros de ajedrez. Sencillamente, yo estaba considerando el certamen como si se tratase de una competición amistosa.
Durante el Torneo de Candidatos de Budapest, Boleslavsky y yo habíamos discutido las posibilidades del próximo aspirante al título y mi amigo, que había perdido 7 partidas con Botvinnik sin ganar ninguna, mantenía la opinión de que en un duelo con Botvinnik no había esperanzas. Una vez tuvo la oportunidad de dar mate a Botvinnik en pocas jugadas pero la dejó escapar.
Naturalmente yo tenía una opinión radicalmente diferente. Argumentaba yo que Botvinnik era muy fuerte pero que se podía jugar contra él con éxito. Estaba seguro de poder demostrar que su estrategia distaba mucho de ser perfecta.
Isaac Boleslavsky lideraba el Torneo de Candidatos, pero después de una conversación con Boris Vainstein decidió bajar el ritmo de juego para permitirme luchar por la primera plaza con él. Vainstein quería intentar organizar un torneo con Botvinnik, Boleslavsky y yo mismo para el Campeonato del mundo. Pero, ¡ay! No lo consiguió, y tuvimos que disputar unas eliminatorias para conquistar el derecho de desafiar a Botvinnik.
Todas las opiniones del ajedrez soviético eran unánimes al considerar a Botvinnik como el mejor jugador de las últimas dos décadas y sostenían que conservaría el título de Campeón del mundo. ¡Casi daba miedo quitárselo!
|
Botvinnik vs. Bronstein. 1951 Moscú
Photo: Chessgames.com.
|
Jugar por el máximo título es el sueño de todo jugador de ajedrez pero, en lo más profundo de mi ser subconscientemente, no debí tener verdadero deseo de ganar. De otra forma no puedo explicar por qué no vencí en el match cuando, a sólo dos partidas del final, todos las probabilidades estaban a mi favor.
Después del encuentro, Botvinnik mismo se mostró de acuerdo con esta opinión, a pesar del resultado (12-12) y del hecho evidente de que había salvado su cetro en la última partida: él simplemente explicó su "mal" resultado con estas palabras:
"Hace tres años que no juego al ajedrez. Por eso jugué por debajo de mi nivel normal; además, mi oponente es un buen jugador, particularmente fuerte cuando se llega al medio juego desde la apertura, y además, conduce muy bien los ataques contra el rey enemigo."
Botvinnik no explicó porque, durante casi dos meses de juego, no consiguió ganar ninguna partida en las primeras cinco horas. Cuatro de sus cinco victorias las logro después del aplazamiento.
Yo perdí tres finales completamente igualados como resultado de un mal análisis casero. Por otra parte él perdió cuatro juegos antes del primer control de tiempo.
De cualquier forma, si yo hubiera ganado el match, no estoy seguro de si habría sido capaz de autodenominarme Campeón del mundo por mucho tiempo, porque las reglas, creadas por Botvinnik, le concedían el derecho de pasar al siguiente ciclo para el Campeonato del Mundo y disputar un torneo con tres participantes: el vigente campeón, el nuevo aspirante y Botvinnik mismo. Pienso que si no se puede defender el título de la misma manera en que se ha conseguido, entonces no se es un verdadero Campeón mundial.
En el match con Boleslavsky tuve éxito en las partidas primera y séptima. También habría logrado un fácil triunfo en la quinta, pero hice algunas jugadas débiles tras el aplazamiento y el juego terminó en tablas. En el sexto combate ensayé el famoso ataque Marshall de la Apertura Española y conseguí unas fáciles tablas con negras. Entonces empecé a jugar con menos fuerza y después de 12 partidas la puntuación era 6-6.
Jugamos una partida muy interesante, la 13ª, y en el transcurso de la misma, se percibió claramente a través de las jugadas que a ninguno de nosotros le importaba demasiado el resultado final. No tomé precauciones contra los peones pasados negros y él sacrificó gratuitamente la dama por un caballo.
El encuentro se decidió en la 14ª partida, después de que Boleslavsky repitiera el sacrificio de los dos peones del 12° juego, ignorando que, en el ínterin, yo había encontrado una refutación en mis análisis caseros.
Ahora, muchos años más tarde creo que cometí un error al ganar ese encuentro; pero, considerándolo de forma más positiva, pienso que salvé a mi amigo de una derrota segura, posiblemente humillante.
El no ganar el título ensombreció mi carrera de ajedrecista, y resulta un poco triste tener que leer y oír durante más de 40 años que no soy buen jugador. Parece que todos mis otros logros en el ajedrez han sido ignorados.
Isaac Boleslavsky y yo éramos capaces de desarrollar un excelente ajedrez técnico pero solamente lo hacíamos en los apuros de tiempo y en las miles y miles de partidas rápidas (a 5 minutos) que jugábamos para nuestro propio placer. Sin embargo en los torneos siempre intentábamos apelar a nuestra fantasía para crear y resolver complicados problemas, encontrar y refutar a nuevas estrategias o hallar jugadas únicas.
Se nos pagaba un salario especial, ciertamente muy pequeño, por hacer una briosa demostración de cara a los espectadores. Por lo demás la Federación Soviética de Ajedrez insistía en que no era bonito jugar un ajedrez exclusivamente técnico.
Este match se disputó en el Club Central de Ajedrez de los Trabajadores Ferroviarios Soviéticos, donde tuvieron lugar multitud de Campeonatos Soviéticos. El árbitro del evento fue Nikolai Mikhailovich Zubariev, hombre honesto y de gran valor personal. Las condiciones de juego eran las normales en este tipo de encuentros, con una excepción: ¡no existían premios en metálico!
Para poder gastar más dinero en comida aceptamos la proposición de uno de los editores del periódico Tardes de Moscú, Alexander Vesilievich Stepanov, de comentar nuestras partidas para un boletín especial que se estaba publicando. Convinimos en que el ganador escribiría los comentarios, y en caso de empate, el jugador que condujera las blancas.
¡A propósito, la Federación Soviética de Ajedrez tardó más de veinte días en informar a la FIDE del resultado de nuestro match!" (Bronstein, D.-Tom Furstenberg, "APRENDIZ DE BRUJO"-Editorial PAIDOTRIBO, 3era. Edición)
Veamos la partida en la que Devik Bronstein respondió a la primera jugada de las blancas, luego de 50 minutos y nos ha deleitado con sus comentarios anterioremente transcritos.
Isaac Boleslavsky - David Bronstein
½-½
Moscú 1950- Play off de desempate
«La información que se procesa en ordenadores tiene consecuencias negativas en el ajedrez de alta competición porque destruye cualquier intento de improvisación, niega el pensamiento rápido y la jugada audaz, echando a perder lentamente la propia esencia profunda del ajedrez: la confrontación de ideas en el transcurso del juego». David Bronstein
LA COMBINACION MAS LARGA
"Las combinaciones más conocidas en la literatura ajedrecística son aquellas en que la victoria se hace evidente solo después de diez o 12 jugadas. Si no hay muchas ramas para llegar a la combinación, puede ser posible calcular mucho más lejos. Si hay muchas variantes y la combinación es sin embargo forzada, por supuesto llega a ser mucho más difícil calcular. Pero también puede haber combinaciones que son completamente de carácter forzado, donde es imposible agotar la posición por medio del cálculo.
Conozco una combinación de Bronstein tan larga que puede batir todos los récords.
David Bronstein - Ernst Rojahn 1-0
Moscow Olympiad qual-1 (1956), Moscow URS, rd 5, Sep-05
Después
de la partida Rojahn comentó que se asombró de la frialdad e ímpetu e imperturbabilidad
de Bronstein, quien en la jugada ocho se deja capturar un alfil, pero continúa
la batalla y encuentra bastantes buenas posibilidades.
« Yo también estaba sorprendido de mi frialdad», replicó Bronstein, «aunque no
me dejé nada, más bien llevé a cabo una combinación posicional que concluyó en
la jugada 40»
De este modo, mientras Morphy “descubrió” 6.d3, debemos a Bronstein el descubrimiento de 8. Dxe4. Pero ¿realmente es así? En ninguno de los libros se encontrará una mención a esta posibilidad de continuar el Ataque Morphy. Pero aun así, en el libro de Maróczy dedicado a las partidas de Morphy uno puede ver una alusión a este sacrificio, aunque en una posición ligeramente diferente (después de 8. De2 Cxc4, en la partida Morphy. Arnous de Riviere (Paris, 1863): “…aquí 9. Dxe4 merece consideración. Los peones blancos son muy fuertes”
¡Peones verdaderamente fuertes!
Tras concluir el reagrupamiento de sus piezas sobre la jugada 20, y mantener los 8 peones, las blancas realizaron 12 jugadas de peón, capturando dos piezas negras en su camino. Pero, ¿porqué consideramos que la combinación más larga pertenece a Bronstein? Porque fue iniciada por Morphy en el siglo pasado, y de esta forma tuvo su continuidad durante más de 100 años."
Bronstein, David y Vainstein, Boris, "El maestro de la improvisación", Editorial CHESSY, 2007