intentó, desde luego, mientras ella lo ayudaba a meter las piernas en los pantalones y le
cerraba la larga botonadura de la camisa. Pero no lo consiguió, porque Fermina Daza no
era fácil de impresionar, y menos con la muerte de un hombre que no amaba. Sabía
apenas que Jeremiah. de Saint-Amour era un inválido de muletas a quien nunca había
visto, que había escapado a un pelotón de fusilamiento en alguna de las tantas
insurrecciones de alguna de las tantas islas de las Antillas, que se había hecho fotógrafo
de niños por necesidad y llegó a ser el más solicitado de la provincia, y que le había
ganado una partida de ajedrez a alguien que ella recordaba como Torremolinos pero que
en realidad se llamaba Capablanca."
Gabriel García Márquez
EL FILME CAPABLANCA SE COMENZÓ A RODAR POR ESTOS DÍAS EN 1987
SUSANA MÉNDEZ MUÑOZ | Periódico Cubarte | 15 Feb. 2021
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Manuel Herrera Reyes |
Manuel Herrera Reyes (Santa Clara, 1942). Director de cine y guionista. Se vincula al ICAIC en el año 1960. Su filme Zafiros, locura azul sigue siendo recordado como uno de los mayores éxitos de taquilla del cine cubano.
Licenciado
en Ciencias Políticas en la Universidad de La Habana en 1979. Desde muy
joven manifestó inquietudes cinematográficas pues en los años cincuenta
fundó un cine club junto a sus compañeros del Instituto de Segunda
Enseñanza, y allí participa en la creación de algunos filmes
experimentales. Cuando se crea el ICAIC, viene para la capital, se
acerca al Instituto, y finalmente se incorpora en 1960, trabajando en la
revista Cine Cubano. A mediados de 1961 comienza a trabajar como
asistente de edición como medio de enriquecer su formación
cinematográfica.
Se
había puesto en contacto con el cine mediante la colaboración
espontánea que le prestó al filme La batalla de Santa Clara, tercer
cuento de Historias de la Revolución. Después de desempeñar las más
disímiles labores, participa como asistente de montaje y de dirección en
varios largometrajes (Las doce sillas, Para quien baila La Habana,
Cumbite) y documentales como Guantánamo, de José Massip.
Ha
escrito guiones de cine y televisión y publicados cuentos adscritos al
género de ciencia ficción, así como artículos y críticas
cinematográficas en diversos periódicos y revistas. Ha sido jurado en
diversos festivales y concursos literarios, y ha participado en
numerosos eventos internacionales. Fue Presidente de la Federación de
Cine Clubes de Cuba.
Manuel
Herrera ha recibido, entre otras, la Distinción por la Cultura Nacional
de la República de Cuba; la Medalla 300 Aniversario de la ciudad de
Santa Clara y el Sello de Laureado.
Ha sido Jefe de Cátedra de Primer año en la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños (EICTV), y profesor de realización cinematográfica y guión en la Facultad de Medios de Comunicación Audiovisual (FAMCA) del Instituto Superior de Arte (ISA). Actualmente, combina sus funciones de director cinematográfico con las de Director de la Cinemateca de Cuba.
https://www.ecured.cu/Manuel_Herrera
En
2010 leí la novela "Perdido en Buenos Aires", Premio de Novela "Mario
Vargas Llosa" en 2009, del escritor cubano Antonio Alvarez Gil, nacido
en Melena del Sur en 1947 y radicado desde 1994 en Suecia. Publicada en
2010 por la Universidad de Murcia y el auspicio de Caja de Ahorros del
Mediterráneo.
"La
novela Perdido en Buenos Aires recrea aquellos días porteños de
Capablanca y narra, siempre desde la óptica del cubano, su estancia de
dos meses y medio en la ciudad del Plata. Las escenas de ajedrez están
contadas aquí con un lenguaje ameno y comprensible al común de los
lectores.
Ellas nos descubren el drama del campeón, que ve como se le escapa el titulo ante un rival al que siempre considero inferior.
En
la trama de esta novela, Capablanca se sumerge en la bohemia porteña y
se deja llevar. Además de ajedrez, sus días y sus noches se llenan de
tango y de cantantes, de actrices y de amor. Por las paginas de Perdido
en Buenos Aires desfilan Carlos Gardel y todo un grupo de figuras del
escenario y la farándula de la ciudad.
Aquí se mezclan ficción y
realidad hasta un punto en que es imposible separarlas. En cualquier
caso, lo único aparentemente cierto es que la noche de Buenos Aires
contribuyo en gran medida a que uno de los genios más grandes de la
historia del ajedrez mundial cediera su puesto a quien se lo supo ganar
con trabajo, constante y esfuerzo creador." (Alvarez Gil)
A continuación unas líneas de la novela de Álvarez, que sitúan a Capablanca en los inicios del Campeonato en Buenos Aires en 1927:
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Cartel dela película cubana Capablanca ebay |
La mujer encendió y, tras exhalar el humo por sobre la barra, se volvió de nuevo y dijo más prolegómenos: Si le dijera que sé quién es, ¿me lo creería? No creo que hable en serio, replicó él, ciertamente confundido por la posibilidad. Ella sonrió enigmática. ¿Sí? Pues dígame una cosa ¿no es usted cubano? Capablanca comenzó a inquietarse, aunque, no obstante, movió la cabeza en gesto de afirmación. ¿Ve cómo puedo adivinar algunas cosas?, dijo la muchacha, que parecía estar pasándosela en grande con la confusión del interlocutor.
Podría decirle incluso a que se dedica. Él se sorprendió más aún, pero ella, aferrada a su juego, no parecía dispuesta a dejar de incordiar, al ajedrez, amigo mío, usted se dedica al ajedrez ¿o no? En este punto Capablanca se dijo para sí que aquello no era del todo ilógico. Había entrado al café y casi al instante se había ido a ver el juego que disputaban dos extraños en un rincón de la sala, lo cual le delataba como alguien cercan0 al mundo del ajedrez. Por otro lado, lo del acento cubano tampoco era tan difícil de adivinar. Aunque en Buenos Aires no vivían seguramente tantos cubanos no era descabellado suponer que los marineros que habían traído la habanera hasta el Río de la Plata se dejaran caer por los bares y cantinas de la ciudad. Y como aquella argentina se le parecía cada vez más a una de esas mujeres que en cualquier plaza portuaria atienden siempre a las delegaciones de ultramar… No, amigo, no; ese no es el camino, sonó alto en sus oídos la voz de la muchacha.
¿Cómo…? Sí, sé lo que está pensando, y se equivoca. Es más: para que no me interprete mal voy a decirle que yo también soy, de cierto modo, una aficionada al ajedrez. Por eso le conozco bien, señor Capablanca, José Raúl Capablanca y Graupera, ¿no era ese su segundo apellido? Capablanca recibió aquella declaración como si hubiera sido la caída de un trueno. Miró de frente, seriamente a la muchacha, y vió que ella se estaba divirtiendo lo suyo, Veo que disfruta mucho con su propio chiste, le dijo, sin poder evitar el tono sarcástico.
Puede ser, concedió ella, pero eso es para que vea que siempre se puede aprender algo, y no solo en ajedrez. Bueno, disculpe, dijo él de vuelta ya al dominio de sus emociones, de verdad no he querido ofenderla en nada…No, le interrumpió ella, si no lo ha hecho. Yo lo único que quería decirle es que, cuando se sentó a mi lado, le reconocí inmediatamente."

La presencia del cubano quedo inmortalizada en la breve joya cinematográfica La fiebre del ajedrez realizada por Vsevolod Illarionovich Pudovkin, en la que el cubano actuó como si mismo en en una comedia de amor en la que la epidemia de ajedrez que envolvía a Moscú llevaba a la heroína al borde del suicidio, cuando su prometido contagiado por la fiebre olvidó acudir a su propia boda. Fie en es corto, gracias al guion de Nikolai Shipikovskiy, donde Capablanca pronunció una frase no muy distante de su vida real: "En compañía de una mujer bella, yo también detesto el ajedrez". Sánchez, Miguel. "Capablanca Leyenda y realidad" 1947 -Solis 2019
Капабланка
Capablanca
(Manuel Herrera, 1987)
Y que menos que iniciarlo con una parte de la biografía del insigne cubano Jose Raul Capablanca, 3º Campeón Mundial de la Historia del Ajedrez y por entonces conocido como La Máquina de Ajedrez por su record de no haber perdido partida alguna a lo largo de 8 años de competitividad ajedrecística.
El film recrea, a través de la ficción, una parte de la historia del genial ajedrecista, siendo ésta una forma diferente de acercarnos a la vida de uno de los mejores Ajedrecistas de todos los tiempos, y el mejor de Cuba en toda su historia.
Por desgracia la distribución comercial de esta película es absolutamente nula, tanto dentro de las fronteras cubanas como en las de la actual Rusia. Si bien no obstante, y al menos dentro de Rusia, se emiten de vez en cuando por la televisión películas con temática ajedrecística. En este sentido debemos agradecer la ocurrencia de un aficionado ajedrecista ruso en capturar a partir de una de estas emisiones dicha película subiéndola a un servidor ruso de modo que el mundo mundial podamos disfrutar de la misma rescatándola si no del olvido sí del sueño de los justos. La película que aquí traigo es por tanto un TVrip con una calidad mas que aceptable; al cual, y haciendo uso de una más que deplorable copia cubana (en cuanto a calidad de video) que yo disponía ya desde hace tiempo, le incorporé su audio en español tras previa y correspondiente sincronización con respecto al audio ruso. De este modo, pongo en disposición este dual español – ruso que trata sobre el periodo de tiempo en que el genial Capablanca disputó el Torneo de Moscú de 1925.
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Joel del Rio |
"El filme cubano Capablanca, de 1987, aunque no se clasifique ni mucho menos como un clásico en la historia del Cine Cubano, es recordado por algunos espectadores y cinéfilos como una película linda, profesional, bien hecha, agradable y entretenida. Y como todo esto no es poco, tal vez vaya siendo hora de recordarla desde una mejor perspectiva.
Manuel Herrera dirigió esta coproducción cubano-soviética que se estrenó en 1988, como parte de la celebración del centenario del Gran Maestro Ajedrecista. Según declararon los guionistas, se proponían trazar la semblanza fílmica de un hombre que aparte de Ajedrecista extraordinario fue también “un demócrata, un humanista, y esencialmente un cubano de su época”. Herrera ya disponía de un amplio aval como asistente de dirección de Tomás Gutiérrez Alea, como documentalista (Girón, 1972; Hombre del Mar, 1975) e incluso había realizado el largo de ficción No hay sábado sin sol, en 1979.
Para encarnar al genial ajedrecista cubano se eligió a César Évora, uno de los actores cubanos más populares de los años ochenta tras su participación en Amada (1983) y Un hombre de éxito (1985). Lo acompañarían un nutrido elenco de importantes intérpretes cubanos (Eslinda Núñez —la memorable Lucía—, Beatriz Valdés, Ramón Veloz, Adolfo Llauradó, Alejandro Lugo) así como soviéticos (Galina Beliáeva —conocida por haber protagonizado el drama biográfico Anna Pavlova—, Yarina Yakovleva y otros).
El guión, escrito por el propio director en colaboración con Eliseo Alberto Diego y Dal Orlov, se concentraba en la vida íntima, amorosa de José Ramón Capablanca a la vez que prestaba particular atención a la visita que realizara el famoso ajedrecista a la Unión Soviética, sobre todo su participación en el Torneo de Moscú en 1925, y su relación con una joven rusa, bailarina del Bolshoi. Resultó llamativo para los creadores del filme que Capablanca obtuviera solo el tercer puesto en aquella competencia, lo cual les sirvió como coyuntura dramatúrgica. También se pretendió poner de relieve las cuitas profesionales del último de los Grandes Maestros del Ajedrez romántico.
Después de su estreno, la crítica cubana especializada en Cine, y en Ajedrez, execró la película, de forma casi unánime, a causa de la excesiva carga literaria y didáctica, la visión exageradamente marmórea del personaje central y una posible ausencia de verismo y claridad. Con todo y la fuerza de tales diatribas, algunos moderaron su criterio hasta el punto de que, al pasar de los años, la recuerdan como una película exquisitamente ambientada, con algunas soluciones visuales bien sugerentes, excelente coordinación entre las partes cubana y rusa y notable fotografía.
En el momento más duro de la polémica, Manuel Herrera declaró: “Sé que no hice una película perfecta. Recuerdo bien que nunca tuve ese propósito. Eso sí, me siento complacido de haber logrado una imagen digna de Capablanca y de haber hecho una película que resulta una fusión de la cultura cubana y la cultura rusa, sin que lleguen a sobresalir los rasgos de una u otra”.
Quién sabe si por los azares recurrentes de la nostalgia o el empeño de algunos por ejercer la justicia poética, el filme de Manuel Herrera se nos antoja a muchos que no merecía tantos y tan fuertes ataques, máxime cuando no son tantas las películas cubanas que exhiben un nivel de realización tan seductor para el público masivo. Tal vez vaya siendo hora de rescatar, y justipreciar, las parcelas fructuosas y aportadoras del Cine Cubano comercial, sin tanta reincidencia en elitismos ridículos por vanamente exclusivistas." © La Jiribilla. La Habana
Guion: Eliseo Alberto, Manuel Herrera, Darl Orlof.
Música: Sergio Vitier.
Fotografía: Igor Klebanov.
Montaje: Giedrius Nagys.
Sonido: Stanislav Gurin, Germinal Hernández.
Dirección artística: Luis Lacosta.
Vestuario: Diana Fernández.
Producción: Nicolai Velmiski, Santiago Llapur.
Productora: Instituto Cubano del Arte e Industrias Cinematográficos (ICAIC), Gorky Film Studios, MOSFILM - ICAIC.
César Evora (José Raúl Capablanca).
Beatriz Valdés (Amelia).
Galina Belyayeva (Sacha Sachenka).
Adolfo Llauradó (José María Picón).
Marina Yakovleva (Vera).
Boris Nevzorov (Eremaev).
Ramón Veloz (Gonzalo).
Alejandro Lugo (Barraque).
Eslinda Núñez (Lucía).
Idioma original: Castellano.
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Manuel Herrera en el rodaje de Girón (1974) |
(…)
Lo demás es pura discusión estética, matizada por el gusto y siempre cuestionable. Importante es que, con virtudes y defectos, se ha hecho una película sobre Capablanca que muestra a la juventud, no una imagen de cartón, que no lo beneficia ni nadie tiende a imitar, sino una imagen humana, cotidiana, amable y cariñosa que en nada lo demeritan. Una película que aspira a incentivar la búsqueda y profundización en la biografía del genio.
La biografía justa, amena, imparcial, dirigida al gran público y no a una parte de él, exenta de claves para iniciados pero que, desgraciadamente, quienes manejan la pluma y dominan el ajedrez no han escrito en 29 años de revolución”.
Cartel de estreno en la URSS |
https://youtu.be/iwdmgWivXYI?si=xpgqhkoS2VcemdjT
A mí no me gustó la película, como muchas otras de ajedrez. Te adjunto una página de Juventud Rebelde que publicó en 1988, cuando el estreno."
(…)
El romance con la bailarina en la URSS resulta artificioso y algunas escenas, como la de la joven a punto de ser atropellada por el auto donde viajaba el campeón, y el primer beso que José Raúl trata de darle, por gastadas y cursi debieron ser pensadas dos veces antes de integrarse al filme.
(…)
En Capablanca la esencia de lo que se narra y cómo se narra es el resultado incoloro de una gran imprecisión artística» (Rolando Pérez Betancourt).
PELÍCULA CAPABLANCA RESTAURADA POR RUSIA Y CUBA
En cuanto al proceso, el Icaic explicó que a 38 años de su producción, desdichadamente las copias en las versiones en español del film Capablanca que se guardaban en los archivos institucionales no contaban con la calidad requerida para su restauración y conservación.
Los rollos, en excelente estado de conservación, de esta coproducción cubano-soviética del año 1987, fueron localizados en el Fondo Estatal de la Federación de Rusia Gosfilmofond en el mes de septiembre de 2024.
En esa oportunidad, como resultado de la renovación de los vínculos históricos entre ambas cinematografías, que emprende el Icaic, se encontraron alrededor de 70 títulos cubanos.
La posibilidad de recuperar una copia restaurada de la película Capablanca centró gran parte de los esfuerzos que requirió de un trabajo conjunto entre Rusia y Cuba para su restauración y digitalización. ro/dla
https://www.prensa-latina.cu/2025/05/08/pelicula-capablanca-restaurada-por-rusia-y-cuba/

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Fuente de la fotografía: EICTV |
Fundada el 15 de diciembre de 1986 como filial de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano (FNCL), sus creadores -el escritor y periodista colombiano Gabriel García Márquez, el poeta y cineasta argentino Fernando Birri, y el realizador y teórico cubano Julio García Espinosa- buscaban la instauración de una escuela de cine para estudiantes de América Latina, África y Asia.
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"La primera foto que le tomé a Fidel en una de sus visitas a la Escuela" |
Pamplona, 11 de junio de 2025