sábado, 11 de octubre de 2025

EL CHE Y EL AJEDREZ


Es conocida la afición hacia el ajedrez que mantenía el Che. Jorge Vega Fernández “Veguita” fallecido en 2023, con más de 60 años al servicio del ajedrez, recibió él encargó inicial del Che Guevara, su padrino de boda, para la formación de grandes jugadores cubanos.

Jorge Vega, participó en la Revolución cubana, y a pedido del Che, siempre llevaba un ajedrez de bolsillo consigo para entre las batallas de guerrilla poder jugar una partida de ajedrez. 
 

Con motivo de los veinte años del fallecimiento de José Raúl Capablanca, el entonces ministro de industria y director del banco nacional de Cuba, Ernesto Guevara, organizó el primer torneo en su memoria. El primer Memorial Capablanca se realizó del 29 de abril al 30 de mayo de 1962 en el hotel Habana Libre de La Habana, Cuba.
 
Su presencia en las salas de los torneos era frecuente y seguramente lejos de ser inesperada, era quizás la visita más esperada.
 
 
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AJEHÉROES: Ernesto Che Guevara (VII)
enero 3, 2023 Jesús G. Bayolo




Ernesto Guevara de la Serna nació en Rosario, Argentina, el 14 de junio de 1928, y fue asesinado en Bolivia el 9 de octubre de 1967. Conocido universalmente como Che, tuvo entre sus grandes pasiones al ajedrez y fue mediante este intelectual juego que supo de la existencia de Cuba, al conocer que Capablanca era cubano.

Ocurrió así: corría 1939 y se disputaba en Buenos Aires la VIII Olimpíada Mundial de Ajedrez, en la que José Raúl Capablanca era la gran figura y el eco de su fama llegó hasta Alta Gracia, donde vivía el Che, entonces con 11 años.

Esto lo reveló en Cuba el Comandante Guevara, en un acto en Río Cristal el sábado 24 de agosto de 1963, ocasión en que se clausuraba el campeonato de ajedrez del Ministerio de Industrias, en el cual él finalizó como subcampeón. El Che había invitado a ese acto al excampeón mundial Mijail Tal, y precisamente ante una pregunta del conocido mundialmente como Genio de Riga, hizo la singular declaración.

Además, dijo que surgirán en Cuba talentos como los de Capablanca y Tal, y agregó: “vamos a tener Grandes Maestros y eso será también obra de la Revolución”.

Mijail Tal declararía años después: –Guardo gratos recuerdos de mis visitas a Cuba en ocasión del II Memorial Capablanca y la Olimpíada. Recuerdo con agrado las simultáneas en el Ministerio de Industrias y mi partida con el Che, a quien considero un fuerte jugador, además de un gran hombre.

Palabras similares oí de Boris Spasski en un encuentro que sostuvimos en Dubai 1986. Me habló con admiración de la figura del Che Guevara: “era muy buen jugador, como aficionado”. Me aseguró que guardaba fotos con él.

El Che fue impulsor de una obra sin precedente de masificación ajedrecística. Por tal motivo la Federación Internacional de Ajedrez (Fide) le confirió en el año 2000 su más alta distinción: la Orden CABALLERO DE LA FIDE, único cubano que la ha recibido.

Rica es su vida ligada al ajedrez. Como le gustaba medir fuerza con los maestros, siempre estaba a la caza de ellos en sesiones de partidas simultáneas, en las cuales enfrentó en nuestro país a cinco Grandes Maestros, un Maestro Internacional y dos Maestros Nacionales (uno cubano, otro mexicano), con el magnífico score de dos victorias, tres tablas y dos derrotas.

La primera fue en abril de 1962, en la célebre sesión a ciegas que ofreció su amigo, el GM argentino Miguel Najdorf, al ganar el I Memorial Capablanca. Che le rechazó tablas en la primera propuesta, pero después aceptó. Quería desquitarse porque el “Viejo” Najdorf, aunque en ese momento no lo sabía, le había ganado en Argentina cuando Ernesto Guevara era estudiante de Medicina.

...

Su año de gran actividad y de sorprendentes resultados en partidas simultáneas fue 1962. En agosto entabló con el GM checoslovaco Miroslav Filip. Con Mijail Tal consiguió tablas en septiembre de 1963, año en el que se vio obligado a inclinar su rey el 20 de julio frente al MI Eleazar Jiménez y el 27 de septiembre ante el GM Víctor Korchnoi.

En una sesión de simultáneas en Camaguey el Comandante Guevara venció de forma inobjetable al campeón mexicano Armando Acevedo, el 29 de mayo de 1964. El propio Acevedo ha elogiado el juego del Che en esta partida

Sub campeón del Ministerio

Ya sabemos que el 24 de agosto de 1963 se celebró en Río Cristal la entrega de premios del torneo del Ministerio de Industrias, que contó con 25 contendientes. Así rindieron los primeros cinco ubicados:

Ajedrecista                 G T P Ptos.

Manuel López             20 3 1 21,5
Ernesto Che Guevara 20 2 2 21
Sergio Sologuren        20 2 2 21
José M. Alonso           20 1 3 20,5
Ing. Hernández           20 1 3 20,5


Además de lograr este subcampeonato, jugó otras competencias de Cuba de 1964, comenzando por Tercera Categoría y llegando a la carácter laboral e intervino en la eliminatoria por el Campeonato de fase Regional, pero no pudo continuar, por obligaciones propias de su alto rango.

El Comandante Guevara también participó en competencias por equipos Inter-Estatales contra Hacienda, Ministerio de Relaciones Exteriores, Embajada soviética, INRA, Cuerpo de Artilleros, CMQ y otros.

Y, claro, sin ceremonias ni lides oficiales, el Che siempre estaba dispuesto a un enfrentamiento del intelecto, tablero por medio. Entre sus contendientes más habituales estaban Alberto Bayo, José Papito Serguera, José Luis Barreras, Giraldo Mazola y el entonces jovencito Silvino García, quien en 1975 fuera el primer Gran Maestro cubano y dedicara su título a la memoria del Che.

Acevedo-Che-en-simultáneas
 
El Che animaba con su presencia cuanta competencia se efectuaba en Cuba y concibió (junto con Barreras) el torneo en homenaje Capablanca en 1962. Hoy el Memorial Capablanca constituye el torneo de mayor arraigo en América y segundo del planeta luego del Hastings, Inglaterra, que data de finales del Siglo XIX.

De su pensamiento relacionado con el ajedrez destacan estas palabras: “Desde luego que el ajedrez es un pasatiempo, pero es también un educador del raciocinio y los países que marchan a la cabeza del mundo en esferas más importantes son los que tienen también los mejores equipos de ajedrecistas”.

Tablas con Najdorf

El primer Memorial Capablanca se efectuó del 29 de abril al 31 de mayo de 1962. Al Che se le ocurrió que el ganador del torneo ofreciera una exhibición de partidas simultáneas sin ver el tablero, para darle un cierre espectacular al evento. Su director, José Luis Barreras, se lo planteó a Miguel Najdorf y este aceptó.

Se ha publicado repetidamente que fue de 10 tableros, pero Giraldo Mazola, uno de los participantes, asegura que fue de 16 y que abrió con el peón rey en ocho tableros y con el peón dama en los ocho restantes.

Todo parece indicar que estaba planificada para 10 contenientes, pues se publicó la relación el mismo 31 de mayo, pero después del acto clausura en el Salón de Embajadores del Hotel Habana Libre, a la hora de empezar la exhibición (sobre las siete de la noche) hubo otros interesados, y ahí mismo creció el número. Fue cuando entró al quite un jovencito muralista del torneo que 13 años después sería el primer GM cubano, Silvino García Martínez.

José Luis Barreras publicó en el periódico Revolución el 31 de mayo de 1962:

“La relación completa de los compañeros que hoy, en el Salón de Embajadores del Hotel Habana Libre, jugarán contra Najdorf, comenzando a las siete de la noche, inmediatamente que finalice la entrega de los Trofeos, son los siguientes:

“Competidores: Comandante Dr. Ernesto Guevara, Ministro de Industrias; Dr. Regino Boti, Ministro de Economía; capitán Osmany Cienfuegos, Ministro de Obras Públicas; capitán de Corbeta Rolando Díaz Aztaraín, Ministro de Hacienda; comandante Alberto Bayo; Álvaro García Piñera, Dirección de Proyectos del Ministerio de Industrias; Giraldo Mazola, Director del ICAP; José Pagliery, Junta Central de Planificación; Mario Zorrilla, Subsecretario del Ministerio de Industrias y comandante Dr. Jorge Serguera.”

La partida Najdorf-Che

Me cuenta Najdorf que cuando pasaron 12 movidas, le propuso tablas, y Che le contestó:

-Mire maestro, usted no se acuerda, pero en una de las partidas de 15 a ciegas que usted jugó en el hotel Provincial de Mar del Plata en 1949 yo era uno de sus adversarios; yo era un estudiante de Medicina entonces, y usted me ganó fácil, así que yo esta vez quiero desquitarme.

Ahora narra Najdorf:

–Seguimos jugando y fue tablas la partida cuando hice la misma propuesta en la jugada 16. Yo me enteré en ese momento, que ya había jugado una vez con el Che Guevara, como mismo Aliojin se enteró por mí, años más tarde del hecho, que yo le había enfrentado en una sesión de simultáneas.

He aquí el histórico cotejo:

Blancas: Najdorf — Negras: Che 
Apertura Ruy López

1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3. Ab5 a6 4.Aa4 Cf6 5.0-0 Ae7 6.Te1 b5 7.Ab3 c3 d6 9.h3 h6 10.d4 Te8 11.Cbd2 Af8 12.d5 Ce7 13.c4 bxc4 14.Cxc4 c6 15.dxc6 Cxc6 16.Ae3 Ae6 tablas.

¿Qué pasó en las demás partidas? José Luis Barreras realizaba las jugadas que indicaba Najdorf y le decía las de los oponentes. Cuenta Mazola que cuando solo seguía jugando Mario Zorrilla, y Barreras lo apremiaba para que jugara tan pronto él se le paraba delante, el Che se sentó al lado de Mario desde que hizo tablas y comenzó a anotarle la partida, para que dispusiera de más tiempo y en un susurro, que yo a pesar de estar más lejos oí claramente le dijo: “Si pierdes te quedas cesante”

Mario no perdió el empleo. Durante varios minutos una merecida ovación saludó al Maestro, que concluyó con 9 victorias, 5 tablas y dos derrotas. Después comenzó un intercambio de opiniones sobre las partidas que el propio Najdorf, ahora de pie y frente a los tableros, sudando más que antes, reproducía como si las tuviera escritas en la cabeza.

Con el Che presente reprodujo de memoria la partida que jugó con él hasta el momento en que le ofreció por primera vez tablas y le demostró que la mayoría de las posibles variantes conducían a tablas, aunque también examinó una eventual posibilidad de victoria con las piezas negras que llevaba el Comandante. Movía las figuras hacia delante y hacia atrás, mientras iba explicando las diferentes alternativas. El Che seguía con suma atención este sumarísimo análisis y en una breve pausa de Najdorf le espetó con picardía: “Maestro, yo había visto esa posibilidad y por eso no acepté las tablas”. 

Che-observa-partida-entre-el-argentino-Rosetto-y-el-cubanio-Silvino.


De las 16 partidas argumentadas por Mazola, el recordista mundial de la especialidad hizo rendir nueve reyes, inclinó el suyo ante Mario Zorrilla y el invitado técnico soviético V. Golochapov, en tanto de las cinco tablas consignadas, tengo cuatro registradas, con el Che, Giraldo Mazola, Osmani Cienfuegos y Silvino García.

Me contó Silvino con buen humor sobre esa partida: –Llegué a alcanzar una posición ganadora, que no pude concretar, porque de pronto Najdorf la decretó tablas.

Años más tarde, cuando ya Silvino era Maestro Internacional, jugaron una partida oficial en la Olimpíada de Siegen 1970, otra vez Najdorf con blancas, y en esa ocasión no lo decretó pero le propuso tablas en la movida 34, que aceptó el primer tablero cubano en esa cita.

Recuerdos de la amistad

Le pregunté a Miguel: –¿Existió una amistad entre el “che” Najdorf y el Che Guevara?

—El Che y yo hicimos amistad aquí en La Habana. Me invitó a su residencia particular. Le había acabado de nacer un chico y me pidió que le llevara la foto a sus padres. Yo le llevé la foto a sus padres, en la calle Arenales, en Buenos Aires. Entre los muy gratos recuerdos que guardo de mi estancia en La Habana en 1962, cuando gané el I Capablanca in Memoriam, están mis encuentros con el Che.

Supe más tarde en Buenos Aires, por gente que le conocieron de joven, que el Che frecuentaba mucho el club de ajedrez cuando era estudiante. ¡Qué amante del ajedrez! Tan amante del ajedrez como de la libertad.

(Nota: texto tomado del libro inédito Che Guevara, caballero de la FIDE, del mismo autor).

 https://www.cubaperiodistas.cu/2023/01/ajeheroes-ernesto-che-guevara-vii/

 

 

 

 




Fuente: Fotografías Revista Jaque Mate 10-11-67

Bayo i el Che, guerrilla i escacs a Cuba
https://youtu.be/IoZlcEcWo4Q?si=L_-pOucNNu7SQclC 
 
El FM Luis Siles, en 2023 nos acerca una entrañable crónica: "Alberto Bayo y la guerrilla de las 64 casillas".  A continuación, tomo algunos párrafos de la misma e invito a los amigos a disfrutar todo el meritorio trabajo de Siles, para lo cual al final encontraran el link de la publicación de chess.com.

"Alberto Bayo, militar español republicano que acabó en el exilio en México y vivió sus últimos años en su Cuba natal, pasó la vida esquivando la muerte. Pero no como cualquier militar en tiempos de guerra, no. Él tuvo que driblar las trampas que en su camino colocaba el enemigo. Para su desgracia, en muchas ocasiones sus enemigos estaban en su propio bando.

Le apasionaba volar, la poesía y el ajedrez. Fue piloto e instructor de vuelo, escritor y amante del juego-ciencia. Seguramente en el tablero de 64 escaques trataría de aplicar sus teorías de la guerra de guerrillas: muerde y corre, pega y huye. Acabaría instruyendo a los revolucionarios de Fidel en las tácticas, estrategias y técnicas de ataque o supervivencia propias de la guerrilla. El Che era el más aventajado de sus alumnos en aquel grupo que llegaría a la Mayor de las Antillas a bordo del yate Granma, y acabaría, años más tarde, obligando a Fulgencio Batista a huir de Cuba.
Instruyendo a la guerrilla

La instrucción duró varios meses. En un principio, Alberto Bayo daba clases a los futuros guerrilleros en los pisos en que estaban repartidos, en México D.F. El militar español, que había nacido en Cuba (como Fidel le recordó cuando trataba de convencerlo para que ejerciera la tarea a la que finalmente se encomendó) iba de piso en piso enseñando a aquellos jóvenes clases de teoría sobre cómo tender emboscadas, esconderse en el campo o sobrevivir sin alimento, entre otras muchas cosas.

Más tarde se mudaron a El Chalco, a las afueras de la ciudad, al Rancho San Miguel, también conocido como Las Rosas. Se trataba de un enorme caserón que tuvieron que arreglar debido a su mal estado. La finca contaba con el entorno ideal para realizar las salidas nocturnas, prácticas de tiro y otras actividades necesarias para el entrenamiento. Y tenía el tamaño adecuado para albergar a todo el batallón. Todo ello lejos de la mirada de curiosos, de la policía mexicana y de los espías que podía enviar Batista desde Cuba. Al fin y al cabo, Fidel Castro ya había intentado derrocar su gobierno pocos años atrás en un golpe fallido y, estando ahora en libertad, el dictador cubano se temía que pudiera intentarlo de nuevo, como finalmente ocurrió."
 
El general Alberto Bayo disputando una partida.

Por las noches, el Che y Bayo jugaban al ajedrez a la luz de las velas. Según escribió el general en su obra Mi aporte a la Revolución Cubana, él ganaba más partidas que su joven adversario. Cuando escribió aquellas líneas no sabía que algunos años más tarde tendrían que dilucidar en el tablero quién era el mejor jugador.

Reto improvisado

Sucedió en el año 1962, durante el I Memorial Capablanca. El organizador de la improvisada partida fue José Luis Barreras, máximo responsable de la Federación Cubana de ajedrez en aquellos años. Aprovechó que estaba en presencia de ambos para preguntarle al Che, con picardía, si era cierta la afirmación que hacía el general en el mencionado libro. La pregunta tenía especial sentido teniendo en cuenta que el propio Che Guevara había escrito el prólogo.

Ernesto Guevara dijo que no era cierta aquella frase y Barreras aprovechó para invitarlos a una de las mesas con tablero que se hallaban en aquella estancia, la sala de prensa y análisis del torneo, en el Hotel Habana Libre (antiguo Habana Hilton). El prestigioso periodista cubano de ajedrez Jesús G. Bayolo y su compatriota, el autor y promotor de ajedrez Francisco Acosta (fue el "cartero" de Fischer en el Memorial Capablanca de 1965, cuando Fischer jugó vía teletipo desde Nueva York, ya que se encargaba de trasladar hasta la mesa de la partida en La Habana cada jugada que se recibía) relatan apasionadamente esta anécdota en el extraordinario documental Bayo y el Che, producido por IB3.



Bayo fue impulsor de la práctica del ajedrez en las FAR y debió tener su peso en la masificación del ajedrez en Cuba, especialmente una vez que se creó el INDER (Instituto Nacional de deportes, educación física y recreación) en 1961." 
 
Poco antes de morir comentaba en tono jocoso: 
“Si no fuera por la artritis, la diabetes, las dos trombosis, el ojo de vidrio 
y los catorce balazos que tengo en el cuerpo, estaría hecho un león”.


El Che, luego del combate en la quebrada del Yuro fue detenido y asesinado el 9 de octubre de 1967.   El 10 de octubre de 1967 Joaquín Zenteno Anaya, comandante de la Octava División del Ejército boliviano, exhibió en Vallegrande ante una multitud de asombrados periodistas, el diario de campaña del comandante Ernesto Che Guevara, mientras su cadáver aún fresco era mostrado en la lavandería del hospital local.

El Diario del Che fue incautado el 8 de octubre, cuando fue requisada su mochila en La Higuera. Allí el agente de la CIA Félix Mendigutia lo microfilmó, entregándolo a la Agencia, dejando tres copias en manos de generales bolivianos. El general Barrientos declaró esos documentos como propiedad del Ejército de Bolivia por su valor estratégico, por decreto 08165 de 6 de diciembre de 1967, y encargó su custodia al general Juan José Torres, mientras buscaba concretar un negocio con alguna editorial internacional. El botín contemplaba otros diarios y un archivo fotográfico. Se afirma que el yerno del general Federico Arana Serrudo trató de cerrar ventas de 15 fotos con editorial Planeta; el general Jaime Niño de Guzmán fue denunciado de negociar los diarios con los hermanos Fratinelli; el general Luis Reque Terán se vio obligado a devolver una fotografía al Archivo del Estado Mayor.

De una de las copias microfilmadas, el ministro de Gobierno, Antonio Arguedas, ordenó una copia que envió a Chile por intermedio de Víctor Zannier, “El Mensajero”, quien la entregó al periodista Hernán Uribe de la revista Punto Final, siendo Mario Díaz el que trasladó el preciado microfilm a La Habana.

Los talleres tipográficos de la Unidad Productora 01, del Instituto del Libro, lanzaron una tirada mundial de 250 mil ejemplares, el 26 de junio de 1968, con “Una introducción necesaria”, escrita por Fidel Castro, quien lo presentó el 1 de julio en una conferencia de prensa que conmocionó a la CIA, al gobierno militar de Bolivia y al mundo. Castro advierte que a esa primera edición le faltan algunas páginas, “que no han llegado todavía a nuestro poder, pero que […] no altera en absoluto el contenido del mismo”. En actitud de revancha, Barrientos, herido en su amor propio, ordenó facilitar las páginas faltantes al periódico Presencia, que las publicó. La primera edición fue un formidable golpe de mano contra la CIA norteamericana que en los hechos había expropiado el Diario del Che.
 https://www.la-epoca.com.bo/2023/03/19/la-edicion-original-del-diario-del-che/
 
Como se relata, su diario fue sacado clandestinamente hasta Chile y de allí llegó a La Habana, siendo publicado el 1 de julio de 1968.  Hernán Uribe en el libro ―Operación Tía Victoria‖ (Editorial Villacaña, México, 1987), relata con pelos y señales el operativo mencionando. 
 
Una vez comprobada su veracidad, en 1968 circuló en muchas ciudades del globo terráqueo ejemplares del Diario del Che en Bolivia. En Francia, por Editorial Francois Maspero; Italia, Editorial Feltrinelli; RFA, Trikont Verlag; EUA,Revista Ramparts; Francia, en español, Ediciones Ruedo Ibérico; Chile, Revista Punto Final; México, Editorial Siglo XXI; y en otros países.
 
A nueve días de su publicación inicial en Cuba, ante el estupor y la inicial incredulidad de los jefes militares, fue lanzado también al público boliviano como suplemento del matutino católico ―Presencia‖ con un tiraje récord, difícilmente superado hasta hoy en Bolivia: 130.000 ejemplares impresos en una sola jornada. Al día siguiente hizo lo propio el diario ―Los Tiempos‖ de Cochabamba con similar éxito.
 
Uno de esos ejemplares publicados lo leí cuando aún era escolar.  La icónica imagen del Che, de la famosa fotografia tomada el año 1960 por el fotógrafo cubano Alberto Díaz Gutiérrez (1928-2001) más conocido artísticamente como "Alberto Korda", me impactó enormemente, tanto que me especialicé en reproducirla y pintarla repetidamente.

 Sergio Coellar Mideros - Parque El Ejido, Quito,1968
Fotografía de 
mi madre, Olga Mideros Suárez (Archivo personal)

https://www.marxists.org/espanol/guevara/diario/facsimil-che-cuaderno.pdf
https://www.marxists.org/espanol/guevara/diario/facsimil-che-agenda.pdf 
https://www.marxists.org/espanol/guevara/diario/index.htm


La Habana -  Plaza de la Revolución- Julio 1999

El Che fue, sin duda, el verdadero impulsor de la práctica y la enseñanza del ajedrez a nivel masivo en Cuba, entre niños y jóvenes, pretendía que se enseñara el juego en los colegios que fuera una materia escolar porque enseña a pensar. Por tal motivo la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) le confirió en el año 2000 su más alta distinción: la Orden Caballero de la FIDE, único cubano que la ha recibido, además de figurar en su Libro de Oro. 

https://periodistas-es.com/che-guevara-caballero-del-ajedrez-92600  

https://www.chesshistory.com/winter/extra/awards.html
"Organizó un sinnúmero de eventos y actividades relacionados con el ajedrez, y junto a Fidel, fue uno de los promotores e impulsores del Torneo Internacional "Capablanca in Memoriam", donde asistía a ver las partidas como uno más y enfrentaba (de forma informal) a rivales de altí­sima calidad.

Estimuló la visita de grandes personalidades del juego ciencia a Cuba, y tuvo la oportunidad y el privilegio de jugar con algunos de los grandes trebejistas de todos los tiempos, como el excampeón mundial Mijail Tal, con quien hizo tablas.

También firmó el armisticio con el Gran Maestro Miguel Nardolf, campeón del primer "Capablanca".

Otro de los genios que enfrentó tablero por medio fue a Víktor Korchnoi.

Varios de los más renombrados trebejistas cubanos de la época también movieron piezas junto a él, como Eleazar Jiménez, Rogelio Ortega y Silvino García.

El Che también hizo posible la participación de Cuba en varios certámenes internacionales, como la XIV Olimpiada Mundial de Ajedrez de Leipzig en 1960 y la celebrada dos años más tarde en Varna, Bulgaria. De igual modo, gestó la participación del campeón mundial Robert Fisher en el IV Capablanca in memoriam.

Fue tanta su pasión por el mundo de los trebejos, que jugaba siempre que sus responsabilidades se lo permitían, lo mismo en el Yate Granma que en la Sierra Maestra, también en el Congo, Tanzania, Guatemala y México. Incluso, en plena Crisis de Octubre mandó a buscar seis tableros, argumentando que no sabía cuánto tiempo duraría la guerra.

Sus ideas de masificar el ajedrez en Cuba y convertirla en una potencia, surtieron efecto inmediato, tanto así que la Mayor de las Antillas ha formado a 47 Grandes Maestros, cientos de Maestros Internacionales y miles de Maestros FIDE.

En 1999 la Federación Internacional de este deporte le otorgó su más alta distinción ORDEN CABALLERO DE LA FIDE, que resume la obra de toda la vida, el amor y la entrega del Che al Ajedrez, tanto nacional como internacionalmente."

 
 
 
 
 
Sergio Coellar Mideros
Pamplona, 10 de octubre de  2025