EN HOMENAJE
1950s SOVIET MORDOVIAN "LATVIAN"
TREBEJOS
ORIGEN: MORDOVIA AÑO: 1950
Modelo "Zvezda" ("Estrella")
REPRODUCCION
FABRICANTE: CHESSBAZAAR AÑO: 2018
TREBEJOS BLANCOS: NATURAL BOX WOOD
TREBEJOS NEGROS: STAINED CRIMSON BOXWOOD
REY: 106.25 mm
BASE: 42.66 mm
PESO: 49.40gr
"Si aceptamos el punto de vista de que existen dos clases de jugadores, combinativos y posicionales, y que no hay un tercer estilo, entonces todo es mucho más sencillo. En un extremo de la escala, se encuentran los estrategas, en el otro los tácticos, y todo jugador, después de recibir el bautismo, va al cielo o al infierno. Aclaremos que en el cielo ajedrecista tienen sus plazas reservadas los llamados jugadores posicionales. Y así, alcanzaron el cielo Botvinnik, Smyslov, Petrosian y Gligoric, mientras se tuestan en el infierno Korchnoi, Geller y Spassky. Aquí tengo yo tambien un sitio"
Mijaíl Tal.
Revista Zvaigzne, 1960
FOTOGRAFIA: SERGIO COELLAR MIDEROS - SEPTIEMBRE DE 2020 |
FOTOGRAFIA: SERGIO COELLAR MIDEROS - SEPTIEMBRE DE 2020 |
1950s Mordovian-"Latvian" Chess Pieces. Chuck Grau photo.Chuck Grau |
MIJAIL TAL
Mikhail Tal con sus padres, en la costa de Letonia.David Llada ♞
Mijail con su tío.Chessbase
Fotografías de Mijaíl Tal, jugando partidas con estos trebejos
"Hoy día son muchos
los que conocen demasiado bien no sólo la tabla de mutiplicar del
ajedrez, sino también sus logaritmos, así que ha llegado la hora de
demsotrar que dos y dos son cinco" Mijaíl Tal |
Monumento de Tal en Riga, Letonia. wiki
"Misha,
segundo hijo de la familia de Mejemiya Tal, un conocido médico de Riga,
era un genuino niño prodigio. A los tres años leía perfectamente; a
los cinco multiplicaba de memoria factores de tres cifras. Gozaba de un
privilegiado oído musical y de una retentiva extraordinaria. Rápidamente dejó atrás la enseñanza secundaria e ingreso en la
Universidad de Letonia, a los 15 años. Aprendió a jugar al ajedrez
cuando tenía 7 (su padre era un jugador de primera categoría), y asistió
al club de ajedrez, en el Palacio de Pioneros, desde los 9 años. A los
14 jugó por primera vez en el Campeonato de Letonia, y a los 17
consiguió el título de maestro” Kasparov: "Mis geniales predecesores"
|
"La carrera de Tal fue una de las más meteóricas de la historia del ajedrez. En 1953 fue campeón de Letonia; en 1954, Maestro de la URSS; en 1956 ganó la semifinal del campeonato soviético; en 1957 y 1958 se proclamó campeón absoluto de la URSS; en 1958 venció en el Torneo Interzonal de Portoroz, y en 1959 en el Torneo de Candidatos al título mundial, con el resultado asombroso 20,5 de 28 puntos posibles y derrotando a un joven Bobby Fischer en las cuatro partidas que disputaron.
Tal en 1957 |
En años posteriores siguió cosechando numerosos éxitos en distintos torneos. En 1959 había ganado el Torneo de Zurich; en 1961, tras perder el título mundial, venció en el gran Torneo de Bled. Volvió a ganar el campeonato de la Unión Soviética en 1967, 1972, 1974 y 1978. En 1973 y 1974 permaneció invicto en 86 partidas consecutivas, lo que es el mejor resultado de la elite del ajedrez en toda la historia de este deporte. En 1979 venció, compartiendo laureles con Karpov, en el Torneo de Montreal, quizás el más fuerte de los años setenta del siglo XX. Finalmente, entre otros éxitos, en 1988 ganó el primer (y último hasta el momento) campeonato mundial de partidas rápidas, lo que le supuso una enorme alegría.
Tal apareció en una época en que normalmente se jugaba a "no perder", con mucha precaución, primando la máxima de "seguridad ante todo". El resultado de tablas era el más habitual en las luchas de los grandes maestros. Tal revolucionó este panorama. Era amante del ataque, de los sacrificios, de peligrosas y oscuras complicaciones tácticas. Su intuición para jugar estas posiciones era extraordinaria, como asimismo su audacia. Muchas de sus combinaciones eran incorrectas, pero sus rivales perdían la cabeza por la complejidad de las posiciones que surgían en el tablero. La gran confianza de Tal en sí mismo le dio muchas victorias, sobre todo en sus primeros años, hasta 1960.
Tal ha sido posiblemente el más amable y simpático de todos los campeones mundiales. Amigo de todos los ajedrecistas, siempre estaba dispuesto a jugar una partida amistosa con quien se lo propusiera, sin reparar en la categoría del contrario, aunque ésta fuese la más humilde de las posibles. La gran importancia de Tal en la historia del ajedrez no sólo radica en sus impresionantes éxitos ante el tablero y en haber sido campeón del Mundo, sino también en insuflar nueva vida al ajedrez en una época tan pacífica. Junto a Alekhine, fue el mejor combinador del pasado siglo. "
Viernes, 20 marzo 2020 - 00:57
"Se publica 'Nieve negra' un libro dedicado a los dioses, héroes y bastardos del ajedrez que durante 1.500 años han formado parte de los imperios que gobernaban el mundo. Este fragmento del libro está dedicado a Tal, el Mago de Riga.
Ácrata y soviético por accidente, Tal pudo haber nacido en la Polinesia o en un suburbio de Lagos. Fue un regalo de Caissa perfumado con nicotina que se posó un día en Riga, un maverick que sacrificaba piezas para brindar por la belleza.
Tal se enamoraba (y divorciaba) con frecuencia, bebía mucho y fumaba tres cajetillas diarias de cigarrillos. Asiduo de los hospitales, los riñones nunca le funcionaron bien. Envejeció prematuramente porque se emborrachaba de vida y eso no hay prescripción médica que lo tolere. Su cuerpo era un tatuaje de cicatrices y agujeros. Sus cejas y sonrisa de niño demoníaco en realidad eran generosidad para con los mortales. Cuando se empezó a quedar calvo se dejó crecer una melena agrupando todo su cabello en las sienes como una fallera valenciana. Duró más de lo que él y sus médicos esperaban.
En una ocasión, Tal tuvo que ser ingresado de urgencia por un fallo renal. Ante lo peligroso de la intervención, un periódico soviético encargó a uno de sus redactores un texto sobre el ajedrecista por si este no sobrevivía. El obituario es un género en el que los más importantes son enterrados con antelación para que su muerte inoportuna no joda un cierre de la edición de papel. Lo cierto es que Tal sobrevivió a la operación y lo que es más extraordinario: a su necrológica. Alguien con espíritu burlón le mostró en vida lo que se había escrito sobre él prediciendo su muerte y no le gustó. Pero Tal, que era muy listo, no tardó en convertir esa máscara mortuoria en una broma macabra. Cuando en un torneo hablaba de su obituario decía que «algunos datos eran incorrectos» pero que había tenido «la fortuna de corregirlos».
Los grandes maestros durante una partida llegan a alcanzar las 145 pulsaciones por minuto y un aumento de la presión arterial de hasta un 30 %. Ritmos que él solo podía mantener en sus aventuras noctámbulas con gente de la farándula y espíritus libres. Tal regateaba la exigencia física con la confianza de quien cree que no verá el mañana.
-¿Es usted morfinómano? -le preguntaron en una conferencia.
-No. Soy chigorinómano -contestó haciendo referencia a Chigorin, el patriarca del ajedrez ruso.
Por supuesto que era adicto a la morfina. Y a las mujeres. Y a la música.
Tocaba el piano, Chaikovski y Rajmáninov eran sus compositores favoritos, sin que importara el defecto congénito que le había dejado una mano derecha con solo tres dedos. No necesitaba más. Los agitaba como un prestidigitador cuando se encendía un cigarro o acariciaba las teclas.
El peculiar Alexander Koblenz, reportero y cantante de ópera además de ajedrecista, fue su entrenador durante muchos años. Lo dirigió (sabiamente) más como un padre que como un instructor. Regateó las travesuras y templó los impulsos de su querido Misha. Sabía que un martes el pupilo vencía en la partida decisiva con una combinación majestuosa y el miércoles era sancionado sin Olimpiadas por recibir un botellazo de un novio celoso en un cabaré de Cuba. Tal era muy de sacar a bailar a la chica equivocada.
Una vez los organizadores de un torneo quisieron presentarle a unos jóvenes, presuntas promesas del pujante ajedrez del país. «A su edad yo ya era excampeón del mundo», replicó con malicia.
A Tal el título mundial nunca le importó demasiado. Quiso vivir como jugaba: sin mirar atrás. Su reinado fue fugaz pero inolvidable. Es una pena que un Tal sin achaques no se enfrentara al mejor Fischer. Nunca sabremos qué talento natural era más extraordinario. El letón ha sido el mejor ajedrecista ofensivo que ha existido, lo que tiene mucho mérito en una época donde brillaba la estrategia del no perder. Fue la contrafigura del también campeón Tigrán Petrosián, araña tejedora de la táctica profiláctica. Un ajedrecista que logró muchos más triunfos que él, pero que nunca se acercó al carisma del brujo de Riga.
Estuvo a punto de morir en una operación y pudo leer su obituario
Tal gustaba de lucir sacrificios de piezas a veces pirotécnicos para desarticular a aquellos que creen que el ajedrez es un juego-ciencia y no un arte. Era un populista del tablero que gustaba de erizar emociones. A su amigo Sosonko le confesó que sentía celos si era otro el que levantaba en la audiencia un suspiro o un aplauso.
La falta de sentido práctico de Tal es proverbial. Cuando estaba en la cumbre, el Estado soviético le regaló un Volga, el mejor automóvil de fabricación nacional. El letón, ludita más por indolencia que por convicción, no sabía conducir y tampoco tenía intención de aprender. Así que se lo regaló a su hermano. Para él tener un coche no era un dilema, era un problema.
Con solo 23 años este hijo de médico había logrado desmontar pieza a pieza el corazón de silicio de Mijaíl Botvínnik (1911-1995), vaciarlo y volver a recomponerlo para ser el campeón más joven de la historia hasta la aparición huracanada de Kaspárov. Pero la mecánica de Botvínnik, paladín del ajedrez y héroe de la URSS, no enfermaba ni se oxidaba con vodka y un año después recuperó el título.
El poeta perdió esta vez contra el ingeniero. Unos días antes del encuentro al mago le habían operado de apendicitis. En la clínica donde reposaba fumaba a escondidas y lanzaba piropos a las enfermeras.
Tal no fue, como Bobby Fischer un adicto al ajedrez, fue un adicto a la vida."
Por Jorge Njegovic Drndak
"Mikhail Tal se casó 3 veces.La primera en 1959 con Sulamit Landau; la segunda en 1970 con una beldad georgiana (una unión de unos pocos dias que Misha prefería no recordar) y la tercera en 1974 con Angelina Petukhova que duró hasta finales de los ochenta. Sally le dio su hijo Gera en 1960 y Gelya su hija Zhanna en 1975.
Misha no se volvió a casar nunca, pero hubo novelas. A principios de los 90, Marina Filatova era inseparable de Tal. Los últimos meses de la vida del ajedrecista, la joven (20 años menor) apoyó y rescató al enfermo Tal, y en los días finales asumió las responsabilidades más difíciles. Marina fue la única mujer que estuvo a su lado en sus últimos momentos. Y Gelya, que voló el día de su muerte desde Colonia, corrió por la ciudad en busca de medicinas que ya eran inútiles. Al enterarse de la desgracia, Sally apareció en Moscú un par de días después. Tal fue enterrado en Riga .
Poco tiempo después, Marina se casó y dio a luz a un bebé que llamó Mikhail e inmediatamente se divorció. Ya tenía lo que quería y Misha estaba de nuevo dándole sentido a su vida"
Tal vs. Botvinnik, 1960
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Kasparov en Mis geniales predecesores, describe el momento de mayor gloria de Mijaíl Tal:
"Después de dos tranquilas tablas en la 20 y 21 partidas, Tal ganó el match, por 12.5-8.5 (+6 –2 =13) y se convirtió en el octavo campeón del mundo, el más joven en la historia del ajedrez. Sólo tenía veintitrés años y medio (yo conseguí mejorar su marca, precisamente el día del cumpleaños de Tal, el 9 de noviembre de 1985).
En lugar del estricto, serio, ascético científico había conquistado la corona un genuino artista del tablero, un hombre audaz, simpático e ingenioso.
“Misha a menudo expresaba sus pensamientos en forma aforística, encontraba palabras especiales, vívidas para ello”, recuerda Yuri Averbaj. “Tenía talento para la amistad y sabía hacer a la gente feliz, sobre todo en comidas y banquetes”.
“Recuerdo cómo en la mañana siguiente a que Tal se proclamase campeón mundial un periodista le prreguntó como se sentía. Misha rápidamente le espetó: ´¡Mi cabeza está llena de sol!. Al periodista le encantó la improvisada réplica, aunque estas palabras ya las había pronunciado Yves Montand. Pero Botvinnik, al enterarse, comentó secamente: ´¡A lo que ha llegado el ajedrez! ¡el título mundial está en manos de un charlatán!.
https://en.chessbase.com/post/checkmate-a-memorable-love-story |
LAS BRILLANTES Y DESCONCERTANTES VICTORIAS DE MIKHAIL TAL EN EL CAMPEONATO MUNDIAL DE AJEDREZ SORPRENDIERON A LOS RUSOS, Y TAMBIÉN PUEDEN HABER REFLEJADO UNA TENDENCIA NACIONAL.
Los aficionados al ajedrez esperaban en la nieve y el hielo fuera del antiguo Teatro Pushkin de Moscú y unos 1.200 espectadores extasiados en el interior violaban periódicamente todo el protocolo con rugidos de aplausos. Y en tableros gigantes en las calles y en las paredes de los clubes de ajedrez de toda Rusia, buena parte de la población vio cómo se desarrollaba uno de los dramas más agudos de la historia del juego. El decorado del Pushkin era sencillo: una mesa en el centro del escenario, un reloj y, de fondo, un cartel en letras rusas cuadradas: MATCH POR EL CAMPEONATO MUNDIAL.
La señal probablemente era innecesaria: todos en Rusia sabían que Mikhail Tal, de 23 años, desafiaba a Mikhail Botvinnik, de 48 años, poseedor del campeonato mundial durante 10 años, a una serie de 24 juegos. Y el escenario difícilmente se confundiría con una comedia musical. El elenco estaba formado únicamente por los dos maestros de ajedrez, más sus 32 piezas. Pero se levantó el telón!.
El proceso comenzó cuando Botvinnik trepó laboriosamente al escenario y dejó caer su torso fornido en su silla ante sus piezas negras. Se inclinó sobre el tablero, con la cabeza apoyada en las manos, una imagen de concentración, intelecto, dominio de sí mismo y calma. Un ingeniero electrónico muy eminente, metódico y deliberado en su juego, así como en su discurso y movimientos, Botvinnik transmitió una impresión de recursos intelectuales. Mikhail Tal se acomodó ante las piezas blancos, dirigiéndose respetuosamente a Botvinnik en el uso ruso más formal, diciendo Mikhail Moiseyevich, en deferencia a su edad y su dominio. Botvinnik asintió a Tal, llamándolo Mischa, el equivalente ruso de Mike. Tal jugó peón cuatro rey.
Dado que los primeros movimientos son rutinarios, Tal no deliberó sobre ellos, mientras que Botvinnik reflexionó lentamente sobre cada uno.
Demasiado impaciente para pasar por estos teatros de ajedrez convencionales, Tal se levantó de un salto y comenzó a caminar alrededor del escenario.
De vez en cuando, como en respuesta a una onda cerebral, Tal se detenía en seco, se cernía sobre el tablero como un halcón y luego reanudaba su paseo. El maestro de ajedrez más audaz y poco ortodoxo desde Paul Morphy, exactamente lo contrario de Botvinnik en modales, apariencia, temperamento y estilo de juego, Tal daba la impresión de estar guiado únicamente por una inspiración momentánea. Antes de que comenzara el partido, el Times de Londres había dicho de Tal: "Se regocija patinando sobre hielo más delgado que cualquier maestro vivo se atrevería a viajar..." Los expertos soviéticos, que crecieron en una era dominada por el tipo de ajedrez metódico de Botvinnik, sintieron que ganaría de nuevo.
Rápidamente se hizo evidente que Tal estaba patinando sobre un hielo tan delgado que el pesado Botvinnik no podía seguirlo. Tal movió su dama temprano, abriendo una finta en el lado del rey que permitió a Botvinnik avanzar su peón de dama a la séptima fila sin oposición, mientras que Tal colocó un alfil que, en uno de los movimientos repentinos y engañosos de los que es un maestro, se reveló que se refería al rey de Botvinnik y a la torre detrás del rey. Así que Botvinnik perdería su torre cuando saliera del jaque. Hubo un rugido atronador de la multitud. El letrero eléctrico, SILENCIO, POR FAVOR, destellaba una y otra vez sin efecto. Botvinnik renunció.
Fuera de Rusia, ese resultado no se consideró sorprendente. Pero golpeó al mundo del ajedrez soviético como un rayo caído del cielo..." Edmund Stevens.
Recibimiento a Mijail Tal en Riga
Fuente: Тайна Михаила Таля 2003
"es . 22.12. - El juego de ajedrez de ámbar de Mikhail Tal está a la venta por la modesta suma de 95.000 euros (usd 108.362 dólares o gbp 85.721 ) a través de Russian Chess House Moscow. Este conjunto, más o menos en el estilo ruso de los conjuntos de competición, está torneado y tallado en ámbar. Según Murad Amannazarow, fue obsequiado a Tal por el jefe del partido letón Arvid Pelshe en 1960, después de ganar el Campeonato Mundial de Botvinnik. El set, que aún es propiedad de los herederos de Tal, figura en varios libros, entre ellos "El arte de las piezas de ajedrez" de Isaac Linder ". http://www.chess-museum.com/
LINDER,I.- THE ART OF CHSSS PIECES-"HGS"- MOSCOW,1994 |
http://www.mediafire.com/file/pffq2caxfis6im7/COMO%20SACAR%20UN%20HIPOPOTAMO%20DE%20UN%20PANTANO.rar |
Tahl: ¡Continuamente! Nunca olvidaré, por citar un ejemplo, mi encuentro con el maestro Eugenio Vasiukov (Kiev, 1964), durante uno de los campeonatos de la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas o Bloque Soviético, por entonces vigente). La posición en el tablero era muy compleja, y yo pensaba sacrificar un caballo. No era una variante muy clara, puesto que existían muchas posibilidades. Comencé a calcular y me horrorizó la idea de que el sacrificio fuera falso. Las ideas se me amontonan en la cabeza: una respuesta correcta del enemigo en determinada situación la traspasaba a otra variante y allí, naturalmente, ese movimiento era inoportuno por completo.
19. Juegan blancas |
No sé por qué, pero en ese momento recordé la célebre poesía infantil de Chukovski:
"¡Oh,qué dificil es el trabajo
De sacar a un hipopótamo del pantano!"
No podría explicar en base a qué asociación este hipopótamo se metió en el tablero, pero la verdad es que, mientras los espectadores creían que estaba analizando la posición, yo pensaba en cómo demonios podría sacarse a un hipopótamo del pantano.
Recuerdo que en mi cabeza se amontonaban cabrestantes, palancas, helicópteros e incluso, una escalera de cuerda. Después de numerosos intentos no encontré ningún método aceptable de sacarle del pantano, y pensé con amargura: "¡Pues que se ahogue!".
Y así el hipopótamo desapareció del tablero y me encontré con que la posición era más clara de lo que creía y, por supuesto, sacrifiqué el caballo.
Mikhail Tal, representado en el juego contra Garry Kasparov en la quinta ronda del torneo Interzonal de Moscú, el 5 de septiembre de 1982. (Foto: D. Donskoi / Novosti Press |
“El paciente da entrevistas. Una por teléfono, muy breve. A una agencia oficial. Otra a dos reporteros de un periódico estatal que distribuirán sus declaraciones a otros diarios oficiales. Los médicos opinan que no debe cambiar de clima. Al principio, la idea de quedarse en Tiflis no le hace mucha gracia. De pronto Mijaíl experimenta su propia muerte. La Liga de los Músicos de Yugoslavia envía una corona de flores. No te olvidamos, dice la cinta negra y dorada. El ajedrecista piensa que debería decir no te olvidaremos. Ha muerto. Para mucha gente ha muerto. Su tío Nikolai le telefonea. Suena como en otro planeta. Estoy vivo, grita Mijaíl. Ya lo sé, hijo, dice su tío. Ya los sé. Llamé ayer y me lo confirmaron, pero no quise que me pasaran contigo porque me dijeron que dormías. Un periódico ha publicado que Mijaíl Tal ha muerto. Mijaíl quiere ese recorte. Quiere las condolencias, las esquelas, las declaraciones públicas, las corona de flores, las declaraciones compungidas a la televisión. Quiere los silencios mezquinos, las insidias, el regateo de elogios, la generosidad de algún rival glosando su vida. Quiere que las plumas que redactan necrológicas se empleen con denuedo y talento. Quiere saber qué se dice en las plazas de Riga y en Moscú. En Nueva York y Delhi. Nadie tiene el privilegio de asistir a su propia muerte. Un periódico lo ha marcado antes de tiempo de una afección de riñón de la que él en realidad se recupera. Quiere fumar. Comer, beber slivoviche, anudarse una corbata a rayas. Y levantarse e ir a ver su propia muerte. Toma conciencia de que a partir de ahora queda la propina vital. Ha vuelto a nacer. No sabe si lo ha resucitado el otro riñón, un periódico o el ajedrez. 33 años. Una vida. Y una vida por delante. Tal tendría aún tiempo de perfeccionar su letal juego. De vencer y viajar. De ser leyenda. Un riñón menos.” de Loma, Jose María, "El mago de Riga". Ediciones Algorfa. España,2019
Goglidze Memorial (1969), Tbilisi, rd 11, Dec-30
Mikhail Tal vs Alexey Suetin
Ex-World Champion Mikhail Tal, pictured in play in the international tournament in Leningrad, July 1977. (Photo: N. Naumenkov / TASS.)
◦ Mijail Tal, octavo campeón mundial de ajedrez, le imprimió tanta brillantez y osadía a su estilo de juego que fue popularmente llamado “El Mago de Riga” en alusión también a la capital de Letonia que le vio crecer.
◦ Resulta peculiar que habiendo nacido sin dos dedos en una de sus manos, esto no le impidiera dominar el piano, como enigmática señal de su vena artística . No obstante haber aprendido el ajedrez a una edad relativamente tardía, su extraordinaria capacidad para crear combinaciones espectaculares, más los arrestos juveniles y su espíritu bohemio, le impulsaron un meteórico ascenso a la cumbre del ajedrez, derrotando sin paliativos al patriarca del ajedrez soviético, Mijaíl Botvinnik, en 1960 y con tan sólo veintitrés años. Lamentablemente sus problemas renales y el descuido congénito propio de su impronta, en el que deliberadamente vivía, fueron lastrando su salud y sus resultados ya no volvieron a alcanzar las cotas altas que su genio merecía. También le llamaban “La Llama” y “El Brujo” y no porque exhalara extraños sortilegios, sino más bien por una profunda y penetrante mirada que clavaba a sus contrincantes cuando en muchas de sus maravillosas jugadas hacia presagiar una victoria rutilante. Nunca se apagó su magia y si su salud se lo permitía, cada cierto tiempo reaparecía para doblegar a míticos campeones como Fischer y Kasparov.
◦ Tuve el privilegio de enfrentarme a él en dos ocasiones, ambas en Argentina y puedo ser testigo de que el ajedrez con su inspiración e inventiva, era elevado a arte: obvio intuir el resultado.
◦ “Alquimista del tablero que con devoción y esmero insuflaste de magia nuestro noble juego. No hemos podido descifrar la secreta fórmula con la que las lentas piezas volaban a tu influjo ¿ acaso no es tu arrojo y vehemencia, la esencia pura de tu embrujo? " https://m.facebook.com/GMJulioGranda/?__tn__=%2Cg
Viernes, 29 junio de 2012
Triunfo y tragedia: Primera parte
Por el profesor Nagesh Havanur
"... el 28 de junio de 1992, falleció uno de los campeones más populares de todos los tiempos: Mikhail Tal. Cumpliendo al cien por cien con su propio lema, según el cual el ajedrez siempre es lo primero, el 28 de mayo el mago de Riga se escapó del hospital de Moscú, donde estaba ingresado por un fallo renal que amenazaba su vida, para participar en el Campeonato de Ajedrez Relámpago de Moscú, donde se enfrentó con Kasparov.
Subido por Chess Amateur, 14 abr. 2020 |
Bueno, estamos hablando de Mikhail Tal, ex campeón del mundo... el "Paganini del ajedrez", como le solían llamar en sus tiempos. La gente mira conteniendo la respiración. Pocos saben que el genio letón está muy enfermo y que está más cerca de la muerte que nunca. Pero se ha escapado del hospital para participar en su torneo favorito. Comienza la partida y pronto presenta un ataque en plan de caballería de húsares a Kasparov. Resulta que el Campeón del Mundo va recibir jaque mate.
Garry está alerta y para el ataque de Tal. Recupera material... pero solo para agotar el tiempo. Kasparov se queda pasmado y ofrece la mano a Tal para rendirse. Se arma un tremendo murmullo en la sala. Esa partida iba a ser la última de Tal. Un mes más tarde, el 28 de junio de 1992, exhaló el último aliento en el hospital de Moscú y fue enterrado en su ciudad materna, Riga, que tanto amaba. El maestro se ha marchado, pero su magia sigue flotando en el aire." https://es.chessbase.com/post/mikhail-tal-triunfo-y-tragedia
M. Tal- G. Kasparov
Moscow Blitz Tournament (1992) , Moscow RUS, May-28
1-0
Un mes más tarde,Tal moría en un hospital de Moscú, y fue enterrado en su nativa Riga, Nos dejó demasiado pronto. Pero nos hizo depositarios de sus partidas, sus enigmas y sus leyendas, dejando una huella imborrable en la historia del ajedrez." Kasparov, G. "Mis geniales predecesores, Vol. 2", Ediciones Merán, Albacete, España, 2004
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Тайна Михаила Таля (2003) (El misterio de Mikhail Tal)