Corta historia de la llegada del ajedrez al
AL-ANDALUS
y una
ARTESANIA VENEZOLANA
ORIGEN: VENEZUELA AÑO: 2019
MERIDA (MERIDA) O BARQUISIMETO (LARA)
PIEZAS DE MADERA
CEDRO Y FRESNO
ALTURA DEL REY: 10 cm.
TABLERO DE MADERA: 50x50 cm.
ESCAQUES: 5 cm.
(actualización abril 2022)FOTOGRAFIA: SERGIO COELLAR MIDEROS-QUITO AGOSTO 2019 |
Este posteo lo dedico a la memoria de mi primo Edgar Santiago "Shanta" Amaya Coellar (1955-2019).
Aprovecharemos esta entrada para viajar en la historia al Siglo IX al Califato de Córdoba, con la llegada del ajedrez, de la mano de Ziryab, al Al-Andalus. Conoceremos el posterior desarrollo del juego, particularmente en España y el papel de Alfonso X el Sabio, y los entretelones de una partida de ajedrez que jugaba Fernando II y el viaje de Colón a América.
Aprovecharemos esta entrada para viajar en la historia al Siglo IX al Califato de Córdoba, con la llegada del ajedrez, de la mano de Ziryab, al Al-Andalus. Conoceremos el posterior desarrollo del juego, particularmente en España y el papel de Alfonso X el Sabio, y los entretelones de una partida de ajedrez que jugaba Fernando II y el viaje de Colón a América.
"El ajedrez entra en España en el año 821, de mano de Ziryab, músico persa invitado de Al-Haquem I, y que se convirtió en favorito de Abderramán II.
Ziryab, huyendo rocambolescamente de los celos de su maestro cruza el mundo islámico desde Bagdad al norte de África, desembarca en Algeciras y llega a Córdoba trayendo todo el refinamiento de la corte Abasí: etiqueta en el vestido y en la comida (se empiezan a utilizar los cubiertos), las últimas tendencias musicales, el nuevo ambiente intelectual (más cosmopolita y liberal en muchos aspectos que el de la corte omeya) y, lo que más nos interesa: el ajedrez, que se acaba convirtiendo en el juego cortesano por excelencia y, con el contacto guerrero, comercial y migratorio -cristianos que huyen de las persecuciones religiosas de Al-Ándalus acaba transmitiéndose enseguida a los reinos cristianos de la Península, de modo que el propio Armengol, primer conde de Urgell, en un testamento de guerra del año 1010, lega a la iglesia "sus juegos de ajedrez".
Este documento se conserva en el Archivo Histórico de la Corona de Aragón, y Carmen Romeo, a quien debemos este precioso dato, sostiene, con toda la razón, que, cuando se habla de varios juegos es porque el ajedrez era muy popular en su corte; además, el hecho de que hiciera donación de ellos a la iglesia en un momento tan delicado, supone, clarísimamente, la conciencia de que se trataba de algo valioso. También han aparecido piezas sueltas en algunos monasterios, que parecen datar de esta época. La escasez de documentos no nos autoriza a pensar que el caso del conde de Urgel se tratara, ni mucho menos, de un hecho aislado ." (Manual de Ajedrez - Comunidad de Madrid-2006)
Veamos algunas reliquias de conjuntos de trebejos que se conservan en España, y que corresponden a la época de llegada del ajedrez a la península Ibérica.
Excepcional
conjunto de piezas de ajedrez de cristal de roca procedente de la ex
Colegiata de San Pedro de Àger. Está documentado en el año 1068 en el
inventario de bienes de Arnau Mir de Tost y de su esposa Arsenda. Era un
producto considerado de lujo en su tiempo, básicamente por el material
con el que fue ejecutado. Este tipo de manufacturas llegaban a la
Península a través de los circuitos comerciales con Oriente y el norte
de África. A finales del año 1886 el ajedrez de Àger se dio a conocer a la comunidad científica. Poco después se inició su proceso de venta y dispersión. Así, en 1893 una parte del conjunto ingresó en el antiguo Museo Diocesano de Lleida, mientras que un segundo grupo de piezas pasaron al mercado del arte. Hoy se custodian en el Museo Nacional de Kuwait (colección al-Sabah). http://museudelleida.cat/es/collection/al-andalus/page/2/ |
Ajedrez Fatimí del Tesoro de San Rosendo. FOTO: Mani Moretón |
"En la Catedral de Ourense se conserva, entre sus joyas, un singular
ajedrez de cristal conocido como Ajedrez Fatimí, que pertenece al Tesoro
de San Rosendo.
El investigador considera que estas piezas de ajedrez debieron llegar al monasterio celanovés entre los años 938 ó 977, en caso de que perteneciesen a San Rosendo. La producción de cristales de roca egipcios, entre ellos las piezas de ajedrez, indica el autor de la investigación, se ubica, siguiendo a K. Erdmann, en un abanico temporal que abarca desde el período pretuluní, es decir, antes del año 868 y el final del fatimí, 1171.
El investigador considera que estas piezas de ajedrez debieron llegar al monasterio celanovés entre los años 938 ó 977, en caso de que perteneciesen a San Rosendo. La producción de cristales de roca egipcios, entre ellos las piezas de ajedrez, indica el autor de la investigación, se ubica, siguiendo a K. Erdmann, en un abanico temporal que abarca desde el período pretuluní, es decir, antes del año 868 y el final del fatimí, 1171.
Valdés refiere que las piezas de ajedrez de la catedral ourensana pudieron haber sido propiedad del santo fundador de Celanova, Rudesindus, pero también pudo tratarse de un regalo dado a Celanova por algún familiar directo de Rosendo o por los reyes de León. También pudo ser un ingreso del monasterio celanovés una vez muerto el santo y, por tradición, asociado a él.
El ajedrez ourensano, como los otros dos citados, no está completo. El de Celanova pudo haber tenido más piezas pero no necesariamente, dice Valdés, añadiendo que también está por ver que sirviese para practicar dicho juego de mesa. Cree que las piezas que faltan pudieran estar hechas de material menos duradero y se han perdido. El conjunto conservado en la catedral auriense consta de ocho piezas con el número de catálogo 1164F. Tienen una altura de 44 milímetros, anchura de 27,5 milímetros y una longitud de 41 milímetros. Cada pieza pesa 93 gramos. En Ourense se conservan una torre, un alfil, un caballo y cinco peones. Es realmente uno de los conjuntos más llamativos de cuantos atesora el Museo de la Catedral de San Martiño." http://jesus-manuel.com/tag/ajedrez-fatimi/
"Entre todos estos hallazgos, el más antiguo corresponde a las piezas de San Genadio, que fueron descubiertas en 1923, aunque desaparecieron y se dieron por perdidas... pero un investigador nunca se da por vencido y Miguel Ángel Nepomuceno, en 1958, decidió que había llegado el momento de volver a sacar a la luz estas piezas históricas. Siguió la pista de las piezas y sus pesquisas le llevaron hasta el Monasterio de Santiago de Peñalba (León). Allí las encontró y supo que un lugareño las había guardado en una caja de zapatos durante todos esos años, evitando de este modo que se perdieran o fueran destruidas por descuido. Esta fue la foto que realizó de su descubrimiento:
Las piezas de San Genadio son de origen mozárabe y datan del siglo X, aunque probablemente sean del IX. Fueron talladas en cuerno de cabra y su diseño es muy simple, acorde a los juegos de ajedrez de aquella época. Los reyes y damas tenían forma de trono. No hay que olvidar que algunas culturas prohibían realizar figuras de sus reyes o gobernantes, por lo que en sus ajedreces nunca se verían figuras. Los caballos se diferencian del resto por una simple protuberancia, que puede representar la cabeza del animal, y las torres solían llevar una muesca en forma de V.
Las cuatro piezas de San Genadio, del
siglo IX,
guardadas en un lugar de la comarca de
El Bierzo (León). Bierzo Prerrománico
|
http://history.chess.free.fr/images/medieval/jlc-chess%20diffusion%20in%20Europe.jpg |
LA ALAHAMBRA 2014 |
http://www.españaescultura.es/es/obras_de_excelencia/museo_de_la_alhambra/tablero_de_ajedrez_nazari.html |
"El ajedrez nazarí
La introducción del juego de ajedrez se produjo a través de al-Andalus hacia el resto de la Península Ibérica y Europa. Se conoce desde el siglo IX, quizá traído al área hispanomusulmana por el erudito personaje iraquí, Ziryab. El juego se extendió de forma muy popular rápidamente, y fueron recopiladas todas sus características en los “Los libros de ajedrez, dados y tablas” por el rey Alfonso X el Sabio.
Esta pieza es un símbolo más de cómo la cultura hispanomusulmana sirvió de puente entre oriente y occidente. Realizado en madera de nogal, presenta decoración de taracea en ambas caras. El tablero tiene un juego por cada cara. En una de ellas presenta un tablero de ajedrez y por la otra de tablas.
El lado del juego de ajedrez está decorado con un marco sobresaliente rematado con clavos, en el centro el damero para jugar, dejando a los lados dos espacios rectangulares con tres estrellas de ocho y entre ellas cuadrados en diagonal con decoración de ajedrezado también de taracea. En la otra cara, el juego de tablas, distribuye los casilleros en los lados mayores recortados en forma semicircular en el marco. Se separan las dos mitades por una prolongación hacia el interior del marco en forma de palma. Esta cara, presenta una decoración similar a la anterior, a base de estrellas de ocho puntas con cuadrados ajedrezados en diagonal. Presenta tres estrellas a cada lado y en el centro un tema de lazo mayor."
Esta pieza es un símbolo más de cómo la cultura hispanomusulmana sirvió de puente entre oriente y occidente. Realizado en madera de nogal, presenta decoración de taracea en ambas caras. El tablero tiene un juego por cada cara. En una de ellas presenta un tablero de ajedrez y por la otra de tablas.
El lado del juego de ajedrez está decorado con un marco sobresaliente rematado con clavos, en el centro el damero para jugar, dejando a los lados dos espacios rectangulares con tres estrellas de ocho y entre ellas cuadrados en diagonal con decoración de ajedrezado también de taracea. En la otra cara, el juego de tablas, distribuye los casilleros en los lados mayores recortados en forma semicircular en el marco. Se separan las dos mitades por una prolongación hacia el interior del marco en forma de palma. Esta cara, presenta una decoración similar a la anterior, a base de estrellas de ocho puntas con cuadrados ajedrezados en diagonal. Presenta tres estrellas a cada lado y en el centro un tema de lazo mayor."
Fotografia tomada de https://khronoshistoria.com/ziryab-influencer-andalusi/ |
¿Quién era Ziryab? Este misterio nos será develado con la siguiente magnífica reseña:
“El enigmático Ziryab, un hombre excepcional
martes, 11 de octubre de 2011
“El enigmático Ziryab, un hombre excepcional
martes, 11 de octubre de 2011
Siempre ha habido hombres que han ido por delante de la sociedad, a ellos les debemos los avances producidos en todos los órdenes de la vida, Galileo, Da Vinci, Colon, Guttemberg...etc, en nuestra ciudad hace ya muchos siglos paseo uno de estos seres influyentes, su paso nos dejó tradiciones imborrables y formas de concebir la vida que se han mantenido hasta la actualidad, se le conoció como Ziryab, incluso una calle conserva su recuerdo, pero ¿ quién fue, de donde vino, que hizo...?
Fue un personaje mítico en la historia del mundo árabe. Además de inventar la música andalusí, fue el responsable del refinamiento que consiguió Al-Andalus en el siglo IX. Cuando en Europa ni se lavaban, en Córdoba había 600 baños públicos y una biblioteca con más de 400.000 volúmenes catalogados.
¿Y cómo contribuyó Ziryab a este esplendor?
Enseñó a disponer la mesa, a servir y presentar los platos, publicó un calendario de moda con los colores y tejidos de cada estación... Incluso animó al sultán a sustituir las copas de oro por las de cristal para poder contemplar el vino al beberlo.
El verdadero nombre de Ziryab era Abul-Hasan Alí ibn Nafí, había nacido en Mesopotamia el año 789; era llamado Ziryab debido a su tez oscura y su hermosa voz que recordaban a un pájaro cantor de plumaje negro, el mirlo.
Fue discípulo de Ishaq al-Mawsulí, músico predilecto del Califa de Bagdad, Harun al-Rashid, devoto de la música, quien pide al maestro que lleve a su presencia a su mejor discípulo. La actuación de Ziryab ante el Califa causó tal impresión en este que su maestro muerto de celos le dio a elegir entre dos alternativas: o establecerse lejos de Bagdad y no volver nunca o quedarse allí y atenerse a las consecuencias. Ziryab optó por el destierro, viajó por las ciudades de Siria y el norte de África, el Cairo, cruzó los desiertos de Egipto, pero donde quiera que iba lo precedía la gloria creciente de su nombre. Escribió al emir de Córdoba, al-Hakam II para ofrecerle sus servicios, quien acepto inmediatamente. Cuando llegó a Córdoba el emir había muerto, pero su sucesor, Abd al-Rahman IV le renovó la invitación de quedarse en la corte.
Atrás quedarían para siempre la vida errante y las desventuras, el emir le ofreció un palacio y un sueldo mensual de doscientas monedas de oro, más otras prebendas, todo esto sin haberlo oído cantar. En Córdoba Ziryab encontró la prosperidad, el reconocimiento de su arte y una fama sin precedentes. Hombre de fuerte personalidad transformó costumbres e influyó en el vestido, la cocina o el mobiliario. Su aportación musical fue extraordinaria, creó el primer conservatorio del mundo islámico, realizó invenciones técnicas y creó los cantos árabes conocidos como nubas, aún presentes en los cantores marroquíes e incluso en algunos giros del flamenco español.
Falleció en Córdoba en el año 857.
Abul-Hasan Ali ibn Nafi` (en árabe, أبو الحسن علي ابن نافع), fue un poeta, gastrónomo, músico y cantante árabe, de posible origen kurdo, aunque según otras fuentes era un liberto de ascendencia negra . Fue famoso por las refinadas costumbres orientales que introdujo en la corte cordobesa.
Sus innovaciones musicales tuvieron también una fuerte influencia. Según el arabista Emilio García Gómez, con Ziryab entraron en Hispania las melodías orientales de origen grecopersa que serían la base de buena parte de las músicas tradicionales posteriores de al menos una parte de la Península Ibérica.
Fue un personaje mítico en la historia del mundo árabe. Además de inventar la música andalusí, fue el responsable del refinamiento que consiguió Al-Andalus en el siglo IX. Cuando en Europa ni se lavaban, en Córdoba había 600 baños públicos y una biblioteca con más de 400.000 volúmenes catalogados.
¿Y cómo contribuyó Ziryab a este esplendor?
Enseñó a disponer la mesa, a servir y presentar los platos, publicó un calendario de moda con los colores y tejidos de cada estación... Incluso animó al sultán a sustituir las copas de oro por las de cristal para poder contemplar el vino al beberlo.
El verdadero nombre de Ziryab era Abul-Hasan Alí ibn Nafí, había nacido en Mesopotamia el año 789; era llamado Ziryab debido a su tez oscura y su hermosa voz que recordaban a un pájaro cantor de plumaje negro, el mirlo.
Fue discípulo de Ishaq al-Mawsulí, músico predilecto del Califa de Bagdad, Harun al-Rashid, devoto de la música, quien pide al maestro que lleve a su presencia a su mejor discípulo. La actuación de Ziryab ante el Califa causó tal impresión en este que su maestro muerto de celos le dio a elegir entre dos alternativas: o establecerse lejos de Bagdad y no volver nunca o quedarse allí y atenerse a las consecuencias. Ziryab optó por el destierro, viajó por las ciudades de Siria y el norte de África, el Cairo, cruzó los desiertos de Egipto, pero donde quiera que iba lo precedía la gloria creciente de su nombre. Escribió al emir de Córdoba, al-Hakam II para ofrecerle sus servicios, quien acepto inmediatamente. Cuando llegó a Córdoba el emir había muerto, pero su sucesor, Abd al-Rahman IV le renovó la invitación de quedarse en la corte.
Atrás quedarían para siempre la vida errante y las desventuras, el emir le ofreció un palacio y un sueldo mensual de doscientas monedas de oro, más otras prebendas, todo esto sin haberlo oído cantar. En Córdoba Ziryab encontró la prosperidad, el reconocimiento de su arte y una fama sin precedentes. Hombre de fuerte personalidad transformó costumbres e influyó en el vestido, la cocina o el mobiliario. Su aportación musical fue extraordinaria, creó el primer conservatorio del mundo islámico, realizó invenciones técnicas y creó los cantos árabes conocidos como nubas, aún presentes en los cantores marroquíes e incluso en algunos giros del flamenco español.
Falleció en Córdoba en el año 857.
Abul-Hasan Ali ibn Nafi` (en árabe, أبو الحسن علي ابن نافع), fue un poeta, gastrónomo, músico y cantante árabe, de posible origen kurdo, aunque según otras fuentes era un liberto de ascendencia negra . Fue famoso por las refinadas costumbres orientales que introdujo en la corte cordobesa.
Sus innovaciones musicales tuvieron también una fuerte influencia. Según el arabista Emilio García Gómez, con Ziryab entraron en Hispania las melodías orientales de origen grecopersa que serían la base de buena parte de las músicas tradicionales posteriores de al menos una parte de la Península Ibérica.
Con Ziryab, la alta sociedad cordobesa aprendió además las más exquisitas novedades de Oriente: peinarse con flequillo, recetas de la cocina bagdadí , y manteles de cuero fino.
El escritor español Jesús Graus da forma en “Ziryab y el despertar de Al-Ándalus”, a una novela histórica que transita sobre el reinado de Abderrahmán II de la mano del músico árabe que da nombre a la obra. En su libro lo muestra como el primero que abrió Al-Ándalus a la corte de Bagdad, que absorbía todo el conocimiento de la Grecia antigua y que transformó una corte "aún medieval y oscura" en el reino de los placeres. Considerado por los historiadores occidentales como el Petronio de la España musulmana, Ziryab introdujo además el refinamiento "propio de un esteta", asegura su autor. Así, fundó una casa de belleza con las tendencias del peinado masculino y femenino, enseñó a la elite de Al-Ándalus el arte de ornamentar los platos, además de novedades culinarias como los dulces árabes, las albóndigas de carne y el uso de productos depilatorios o dentífricos, hasta entonces desconocidos en el reino.
Enseñó a los señores de Córdoba que los vasos de cristal eran más apropiados para degustar el vino que las pesadas copas de oro, y que los platos de un banquete no deberían probarse en un grosero desorden, sino obedeciendo a una grabación ritual que comenzaba en las sopas y los entremeses, seguía con los pescados y luego con las carnes y concluía con los golosos postres de los obradores de palacio y las diminutas copas de licor.
Les enseñó a deleitarse con el sabor de los espárragos trigueros, que ellos ignoraban, aunque sus tallos crecían espontáneamente en Al-Andalus, y con guisos de habas tiernas. Legó a la ciudad el plato que lleva su nombre “ziriabi” o asado de habas saladas.
Dictaminó que desde mayo a septiembre convenía vestirse de blanco, y que los tejidos oscuros y las capas de pieles debían reservarse para los meses de invierno. Les enseñó el gusto por el cuidado del cabello, la manicura y la limpieza y la suavidad de la piel, llegando a fundar un instituto de belleza además. También fue el que introdujo el juego del ajedrez en Al-Andalus.
Algunas costumbres y supersticiones persas que vinieron con él todavía perduran: el juego del polo, el temor a los antojos de las embarazadas, la certidumbre de que los niños que juegan con fuego se orinan en la cama y que ingerir rabos de pasa es bueno para la memoria, el miedo a los espejos rotos y al número trece.
Zyriab creó las primeras escuelas de canto, desarrollando un método de educación vocal que establecía fases de vocalización, frase, declamación y lírica. Añadió una quinta cuerda al ´ud (coincidiendo con las especulaciones de Al kindi) e introdujo la pluma de ave para tañerlo. Sus enseñanzas sobre música e instrumentos tendrían gran influencia sobre sus contemporáneos cristianos.Pero la máxima aportación de este personaje a la música árabe fue la creación de la nawba, una especie de suite clásica ( vocal e instrumental ) que englobaba influencias cristianas, judías y bereberes, con el clasicismo oriental como base.
Semejante capacidad intelectual inundo nuestra Córdoba de antaño, un hombre que marcó una época llenándola de tintes nuevos, pionero de costumbres que se arraigarían en nuestra cultura para siempre. Un personaje de esos que hacen avanzar a la humanidad. “
El escritor español Jesús Graus da forma en “Ziryab y el despertar de Al-Ándalus”, a una novela histórica que transita sobre el reinado de Abderrahmán II de la mano del músico árabe que da nombre a la obra. En su libro lo muestra como el primero que abrió Al-Ándalus a la corte de Bagdad, que absorbía todo el conocimiento de la Grecia antigua y que transformó una corte "aún medieval y oscura" en el reino de los placeres. Considerado por los historiadores occidentales como el Petronio de la España musulmana, Ziryab introdujo además el refinamiento "propio de un esteta", asegura su autor. Así, fundó una casa de belleza con las tendencias del peinado masculino y femenino, enseñó a la elite de Al-Ándalus el arte de ornamentar los platos, además de novedades culinarias como los dulces árabes, las albóndigas de carne y el uso de productos depilatorios o dentífricos, hasta entonces desconocidos en el reino.
Enseñó a los señores de Córdoba que los vasos de cristal eran más apropiados para degustar el vino que las pesadas copas de oro, y que los platos de un banquete no deberían probarse en un grosero desorden, sino obedeciendo a una grabación ritual que comenzaba en las sopas y los entremeses, seguía con los pescados y luego con las carnes y concluía con los golosos postres de los obradores de palacio y las diminutas copas de licor.
Les enseñó a deleitarse con el sabor de los espárragos trigueros, que ellos ignoraban, aunque sus tallos crecían espontáneamente en Al-Andalus, y con guisos de habas tiernas. Legó a la ciudad el plato que lleva su nombre “ziriabi” o asado de habas saladas.
Dictaminó que desde mayo a septiembre convenía vestirse de blanco, y que los tejidos oscuros y las capas de pieles debían reservarse para los meses de invierno. Les enseñó el gusto por el cuidado del cabello, la manicura y la limpieza y la suavidad de la piel, llegando a fundar un instituto de belleza además. También fue el que introdujo el juego del ajedrez en Al-Andalus.
Algunas costumbres y supersticiones persas que vinieron con él todavía perduran: el juego del polo, el temor a los antojos de las embarazadas, la certidumbre de que los niños que juegan con fuego se orinan en la cama y que ingerir rabos de pasa es bueno para la memoria, el miedo a los espejos rotos y al número trece.
Zyriab creó las primeras escuelas de canto, desarrollando un método de educación vocal que establecía fases de vocalización, frase, declamación y lírica. Añadió una quinta cuerda al ´ud (coincidiendo con las especulaciones de Al kindi) e introdujo la pluma de ave para tañerlo. Sus enseñanzas sobre música e instrumentos tendrían gran influencia sobre sus contemporáneos cristianos.Pero la máxima aportación de este personaje a la música árabe fue la creación de la nawba, una especie de suite clásica ( vocal e instrumental ) que englobaba influencias cristianas, judías y bereberes, con el clasicismo oriental como base.
Semejante capacidad intelectual inundo nuestra Córdoba de antaño, un hombre que marcó una época llenándola de tintes nuevos, pionero de costumbres que se arraigarían en nuestra cultura para siempre. Un personaje de esos que hacen avanzar a la humanidad. “
"El mensajero que trajo el ajedrez a Europa era una combinación de Messi y Julio Iglesias. Hoy los horteras lo llamarían influencer, tendría millones de seguidores en las redes sociales y anunciaría la llegada de la Primavera en el Corte Inglés.
A él le debemos el temor al número 13 y a los espejos rotos.
"No existió ni antes ni después, alguien que en su oficio haya sido más querido y admirado", escribió de él el historiador árabe Al-Maqqari en el siglo XVII, casi setecientos años después de su muerte.
Llegó hasta nosotros Ziryab (789-857) con su música y un tablero de ajedrez, juego que había aprendido en la corte de Harún al-Rashid,el califa de Bagdad protagonista de Las mil y una noches, huyendo del jaque de la envidia, que es el más peligroso.
...
El primer tablero que se vio en Europa era monocromático. No estaba dividido en casillas negras y blancas. Las reglas que trajo Ziryab de oriente diferían en algunos aspectos de las actuales. En el ajedrez islámico capturar todas las piezas a excepción del rey contaba como victoria, siempre y cuando el rey no se quedara solo en el siguiente movimiento, y la jugada del enroque (...)todavía no se había implantado.
El islam no solo propagó el ajedrez desde Persia al ritmo de sus conquistas militares sino que lo dotó de prestigio. En la Casa de la Sabiduría de Bagdad, donde se rendía culto a la investigación científica y a la filosofía de los antiguos griegos eran promocionados los mejores jugadores. Estos adquirieron el sobrenombre de alyat, título moral que equivalía al de maestro. Al legendario Harún al-Rasgid, el califa que se enamoró de la música juvenil de Ziryab, le había sucedido Al-Mamún, quien como buen líder medieval. no admitía dudas sobre su legitimidad. Para evitar problemas dinásticos, aprovecho que su hermano estaba emtretenido jugando al ajedrez y mandó a que le cortaran la cabeza. (Jorge Benitéz señala que Fernando Pessoa recrea este episodio en su poema " Los jugadores de ajedrez")
En cuanto a su nombre, el juego de reyes mantuvo la raíz arábiga (shatranj) cuando cruzó la frontera de reino de León llamándose primero axatraz y más tarde axedrez. Al otro lado de los pirineos tuvo más éxito su denominación latina, ludo scacorum (juego de escaques), que iría mutando con el progresivo roce de las distintas lenguas que fue encontrando: eschecs (francés), scachi (italiano), chess (inglés) Schachspiel (alemán) y szachy (polaco).
Al contrario que los musulmanes, a quienes el Corán desanconseja el tallado de figuras, los cristianos adoptaron una iconografía mas literal en el tablero, totalmente distinta a las figuras geométricas importadas del isalm. También se produjeron modificaciones en los nombres que combatían. El elefante fue sustituido por el alfil, aunque en los paises sajones el animal se convirtió en obispo y en Francia, tan suya siempre, en bufón (le fou). La reina derrocó al visir." Benítez, J. "Nieve negra -Dioses, héroes y bastardos del ajedrez" Libros del K.O. S.L.L- Madrid, España, 2020
DESARROLLO DEL AJEDREZ EN ESPAÑA
Continuemos con el relato del Manual de la Comunidad de Madrid:
"La Iglesia, tanto por la desconfianza con que recibe las aportaciones filosóficas y culturales del mundo islámico (Averroes, Avicena y Maimónides), como por el hecho de que con frecuencia se jugara dinero o se viera cierto poder mágico en las piezas, lo hace prohibir en el Concilio de París (1212), medida que será secundada por los reyes Casimiro de Polonia y san Luis de Francia; ya antes, en 1010, Pedro Damiano, obispo de Ostia, en Italia, había prohibido a los clérigos de su diócesis jugar al ajedrez, lo que implica que ya había alcanzado una importante difusión en Italia.. Pero, afortunadamente, estas medidas quedaron en papel mojado y el ajedrez siguió ganando popularidad.
Dos son los grandes tratadistas medievales de ajedrez: Alfonso X el Sabio y Jacobo de Cessolis.
Seguidamente, y para ensalzar nuestro juego, inserta la leyenda de un rey que interroga a sus sabios sobre la mejor manera de vivir.
Uno le contesta que vale más contar con la razón, otro con el azar y, el tercero, con una mezcla ponderada de ambas. Para ejemplificarlo, el primero le trae el juego del ajedrez, el segundo el de los dados y el tercero un tablero con tablas y dados. El redactor concluye: "El axedrez es el más assesegado juego e onrra[n]do que los dados nin las tablas", por lo que pasa a tratar de este juego en primer lugar. Lo hará a lo largo de 64 páginas, el mismo número de casillas que tiene un tablero de ajedrez. Ricardo Calvo afirma que no es casualidad, y, habida cuenta del profundo valor que tenían los símbolos en la Edad Media, estamos plenamente de acuerdo con él.
Bonus Socius. Este "Buen Compañero", posiblemente un profesor universitario, escribió en el siglo XIII, en Lombardía, un manuscrito en latín dedicado al ajedrez y otros juegos de tablero; comprende 194 problemas de ajedrez y tuvo amplia difusión en Francia e Italia.
Gesta Romanorum, serie de 165 manuscrito de finales del siglo XIII o principios del XIV que contiene una serie de historias en latín -de 100 a 200, según el manuscrito- con moraleja al final. Una de las conclusiones es la que afirma el distinto valor de las piezas mientras están en el tablero, en tanto que, una vez guardadas en la talega -símbolo de la muerte-, son todas iguales. Esta misma enseñanza será recogida por Cervantes casi tres siglos después.
No está determinada con claridad la ruta de acceso del ajedrez a Europa. Existen diversas posibilidades para explicar el tránsito.
Pudo haber viajado con otras muestras de la cultura islámica (filosofía, medicina, óptica o astronomía), a través de la Península Ibérica (condados catalanes, por ejemplo), las cruzadas, peregrinaciones a Tierra Santa, el mundo bizantino... No olvidemos que, en ocasiones, la Reconquista fue considerada como cruzada y que, a título de ejemplo, el mismo año en que el Concilio de París condenaba la práctica del ajedrez, se celebraba la batalla de las Navas de Tolosa, a la que había sido convocado un contingente de tropas extranjeras. Son muchas las posibilidades y, por tanto, muy difícil decidirse por ninguna; especialmente cuando pueden ser todas ciertas.
Importante hito literario, de mucha menor entidad, por supuesto que el Rey Sabio, fue la obra de Jacopo de Cessolis, dominico afincado en Génova -estuvo a cargo de la Inquisición en dicha localidad durante los años 1317-1318-, que escribe en la primera mitad del siglo XIV el "Liber de moribus hominum et de officiis nobilium super ludum sacchorum", dividido en cuatro partes y del que podemos deducir dos cosas: una visión del ajedrez de carácter simbólico, que queda, así, convertido en un espejo de la vida, con el carácter moralizante típico de la Edad Media, y que contrasta con el aspecto puramente lúdico de la obra alfonsina, y, en segundo lugar, una constatación de la importancia que tenía el ajedrez en Italia, como para que un predicador se ocupara de él.
Fue dado, en su momento, varias veces a la imprenta. Como aportación notable, figura la primera mención expresa de que la dama debe ocupar la casilla de su color. Esta obra se inscribe dentro de la tradición de un manuscrito medieval de mediados del siglo XIII, La moraleja inocente, atribuible al inglés John of Waleys, aunque también apareció otro ejemplar manuscrito entre los sermones del papa Inocencio III (si bien con notabilísimas diferencias).
Los movimientos de las piezas, que siguen la tradición medieval, son interpretados alegóricamente.
Les Eschez amoureux es un poema escrito en francés en el siglo XIV, que consta de 30.060 versos, que, en 580 de ellos, cuenta una partida de ajedrez jugada a jugada. Fue traducido al inglés en 1412 por John Lydgate, con el título de Reason and sensuality.
El Civis Bononiae es otro importante manuscrito, escrito antes de 1450, que presenta 288 problemas de ajedrez, con el detalle curioso de que algunos carecen de solución. Se desconoce quién puede esconder su identidad tras el pseudónimo de "Ciudadano de Bolonia".
Sobre 1475-1476, se escribe el poema Scachs d'amor, en 64 estrofas, en el que aparece descrito el movimiento de la dama exactamente igual a la actual. Existe una cuidadosa edición del Maestro Internacional e investigador de la historia del Ajedrez, Ricardo Calvo. Aquí, en el número de estrofas, como en el de páginas que a nuestro juego dedica la obra de Alfonso X (64), no puede verse una simple coincidencia, sino que entra dentro del carácter de perfección simbólica que siempre han buscado los grandes artísticas para sus obras.
Está compuesto por tres poetas: Francí de Castellví, Narcís Vinyols y Bernat Fanollar.
Los dos primeros, bajo el arbitraje del tercero, se enfrentan en la que podría definirse como la primera partida de ajedrez con reglas modernas, que no nos resistimos a transcribir.
Castellví - Vinyols
(Valencia, 1475)
En esta preciosa miniatura se encuentran tanto el primer movimiento de dama moderno (jugada 2), como el primer mate con dama.
Nota de Colección de papá: En el texto original la partida está anotada en descripción algebraíca. Para comodidad de nuestros amigos hemos recreado la misma con la tecnología de https://www.chess.com/gifs
En 1495 (dos años antes de la obra de Lucena), se publica en Valencia la obra de Francesch Vicent, "Llibre dels jochs partitis dels scachs en nombre de 100". Para colmo de desgracias este incunable se ha perdido, pero, a través de numerosos testimonios, ha podido ser reconstruido con notable fidelidad y nos consta que la mayor parte de los problemas que presentaba seguían la normativa moderna del ajedrez. La adjudicación de Valencia como cuna del ajedrez moderno es, prácticamente, incuestionable, y ha merecido el refrendo de como Ricardo Calvo, Yuri Averbach o Eales.
Nota de Colección de papá: En 2005 La Generalitat Valnciana y la Fundación Jaume II El Just, publican la obra de José A. Garzón, El Regreso de Francesch Vincent - LA HISTORIA DEL NACIMIENTO Y EXPANSION DEL AJEDREZ MODERNO, quien concluye:
"En España, único país donde no vamos a encontrar involución alguna respecto al viejo ajedrez, ha brotado el ajedrez de la dama y han florecido los primeros tratados y trabajos que defienden el nuevo ajedrez. Las primeras manifestaciones del ajedrez moderno en Italia y Francia tienen el sello inconfundible de los primeros creadores españoles, de forma pristina merece destacarse el segorbino Francesch Vicent, criado en la ciudad de Valencia, lugar de nacimiento y de irradiación del mayor acontecmineto de toda la Historia del ajedrez"
Pese a todo, el factor decisivo para la unificación de las normas de ajedrez debió ser la difusión extraordinaria que proporcionaba la imprenta, por una parte, y, por otra, el carácter de mayor vivacidad y violencia que impuso al juego el nuevo movimiento de dama y alfil, que también contribuían a acelerar el desarrollo de la partida, aspecto al que ya aludimos al tratar del Rey Sabio.
Pese a todo, el factor decisivo para la unificación de las normas de ajedrez debió ser la difusión extraordinaria que proporcionaba la imprenta, por una parte, y, por otra, el carácter de mayor vivacidad y violencia que impuso al juego el nuevo movimiento de dama y alfil, que también contribuían a acelerar el desarrollo de la partida, aspecto al que ya aludimos al tratar del Rey Sabio.
En 1497, en Salamanca, Luis Ramírez de Lucena, hijo de un embajador y que viajó por Francia, Italia y España, publica su tratado de ajedrez, con el título de "Repetición de amores y arte de ajedrez, con 101 juegos de partido", en el que se incluían tanto las reglas antiguas como las modernas, más la norma del "rey robado" y la de "pieza tocada, pieza movida", lo que nos induce a creer que los intentos de rectificación no eran algo inusual. También se incluía el "salto de rey", según el cual esta pieza, además de su movimiento habitual podía dirigirse a una tercera casilla. El enroque también suponía dos jugadas. En cuanto a la promoción del peón, no parece considerarse la posibilidad de su trasformación en otra pieza que no sea la dama, en lo que sigue todavía la normativa alfonsina." (Manual de Ajedrez - Comunidad de Madrid-2006) www.madrid.org/bvirtual/BVCM002444.pdf
CON LOS VIAJES DE COLON EL AJEDREZ LLEGA A AMERICA
El Reino de Castilla, en el mismo año en que terminó con éxito su Reconquista, buscó una ruta nueva de las especias, y si bien también la buscó en el océano Atlántico, fijó otro rumbo —hacia el oeste— en aguas alejadas de la costa y desconocidas para los navegantes.WIKIPEDIA
El Reino de Castilla, en el mismo año en que terminó con éxito su Reconquista, buscó una ruta nueva de las especias, y si bien también la buscó en el océano Atlántico, fijó otro rumbo —hacia el oeste— en aguas alejadas de la costa y desconocidas para los navegantes.WIKIPEDIA
Julio Ganzo, en HISTORIA GENERAL DEL AJEDREZ, relata cómo se concretó el primero de los viajes de Colón a tierras desconocidas hasta entonces (América) y los entretelones de una partida de ajedrez que jugaba el rey de España, Fernando V.
"Otro hecho histórico digno de consignarse es la afirmación de Hernando del Pulgar en su admirable crónica sobre los Reyes Católicos, de que Fernando V fue muy aficionado a jugar al ajedrez.
Esta afirmación está comprobada en una colección de cartas debidas a ese autor o tal vez a Pedro Mártir de Anglería, o Bernáldez, o quizá a otro autor contemporáneo. Una de estas epístolas, copiada del legajo por M.J. Vavallée y publicada en 1845, dice así:
«Señor doctor: Vuestra Merced recordará, sin duda alguna, los buenos consejos que nos dio Antonio Nebrija en sus últimas lecciones. No desdeyeis jamás, decía tan estimable profesor, la más mínima circunstancia, pues a veces puede ser causa de los más grandes acontecimientos. Un hecho reciente, y que me apresuro a comunicaros, demuestra la cordura del consejo.
Ya sabéis cuánto don Fernando se complace en jugar al ajedrez. Cual todas las personas aficionadas a tan complicado juego, otorga la mayor importancia al resultado de la partida. Astuto en alto grado, artificioso, escribiera, a no ser por el merecido respeto que debemos a su Alteza, deja en calculado abandono a las piezas de su juego para luego burlarse del incauto que se decide a tomarlas, creyendo descuidos lo que son en realidad taimadas añagazas.
Ayer, a pesar del mucho calor, que convidaba más bien a dormir la siesta que a quebrarse la cabeza, determinó matar las primeras horas de la tarde jugando una partida contra Fonseca, que es una de sus habituales víctimas. El encuentro tuvo lugar en las habitaciones particulares de la Reina, y allí asistimos, entre muchos otros, el Conde de Tendilla, Ponce de León, Gonzalo de Córdoba y este servidor de Vuestra Señoría, que fuimos nombrados jueces de campo. Algunas nobles damas, situadas junto a uno de los anchurosos ventanales de la sala y agrupadas alrededor de un enorme telar, ocupábanse allí de dar los últimos puntos a un magnífico tapiz destinado a la Virgen del Pilar. La vieja Beatriz Galíndez, o sea la Latina (así la apodan los cortesanos), conversando con las dos en latín, mientras Don Fernando, atendiendo a tan sólo su partida, vapuleaba duramente al pobre Fonseca. En este momento, la mano de un paje levantó la cortina correspondiente a la puerta principal del salón e introdujo a Fray Fernández de Talavera, obispo de Ávila y confesor de la Reina.
Después de saludar el virtuoso prelado a los regios esposos, apresurose a interrogar a Doña Isabel, rogando que le participara las decisiones tomadas respecto al genovés Cristóbal Colón.
Ya os comuniqué en otra de mis epístolas los atrevidos proyectos que alienta, contra viento y marea, tan audaz navegante; proyectos más conocidos hoy día que las coplas de Mingo Revulgo. Muchos lo tienen por loco rematado, muy pocos le consideran hombre de genio. Dícese que ahora pretende, a mi entender con sobrada razón, el nombramiento de Almirante para encargarse del mando de la pequeña flota que ha de navegar con rumbo a ignotas tierras, o llegar quizá a la costa oriental de Asia, donde se encuentra la dorada isla de Cipango descrita por Marco Polo. Pero como andan en dimes y diretes respecto a la concesión de la expresada dignidad, que igualaría al solicitante a nuestro Almirante de Castilla, el vulgo murmuraba que Colón ha tomado la vuelta de Palos en espera del término de las negociaciones y decidido abandonar definitivamente España si no le otorgan lo que demanda.
Vuestra Señoría ahora comprenderá el por qué de la pregunta más arriba indicada y hecha por Fray F. de Talavera a Doña Isabel. Aunque abrí mucho los oídos no pude entender la respuesta de nuestra piadosa Soberana; sólo llegó a mí la voz de la Latina que en tono de domine adujo:
—Si fuese simplemente cuestión de dinero, creo que irrogaría perjuicio regatearlo, pues como ya ha dicho Dyonisio Cato en sus dísticos, no dubites cum magna petas, impendere parva. Pero ahora se pide además de eso una dignidad que no es bueno prodigar. Vuelvo, pues, a las andadas creyendo archi-extravagante sostener que existen tierras debajo de nuestros pies en donde los hombres caminan cabeza abajo como las moscas.
Como estas palabras fueron pronunciadas con cierta animación y en voz muy alta, llegaron claramente a oídos de cuantos estábamos allí, incluso a los de ambos combatientes, ensimismados en su partida.
Fonseca, que tenía su juego en lamentable estado, aprovechó la ocasión para romper el silencio con la esperanza de distraer al temible adversario:
—Para mí —dijo—, soy del parecer de Cosmes Indicopleustes: el mundo es cuadrado como este tablero y está rodeado de agua por todas partes, después de lo cual no existe más que abismo. Por eso los Árabes, en sus cartas de marear, pintan al extremo del Océano una mano negra y descarnada dispuesta a hundir al temerario que ose aproximarse al insondable precipicio.
—En verdad, en verdad, señor Fonseca —arguyó Fray F. de Talavera— me hacéis caer en la tentación de recordaros lo dicho por Don Alfonso el Sabio en parecidas circunstancias: Si el mundo está hecho así, Dios habría debido consultarme antes de crearlo; tal vez habría podido darle algunos buenos consejos—.
Mientras tanto, doña Isabel, que se había acercado a la mesa en donde se jugaba la partida, decía a su regio esposo:
—Señor, ¿no os parece que podríamos conceder a Colón el empleo de Almirante, aunque únicamente en las tierras y continentes que pudiera adquirir en el Océano? De ese modo quedarían a salvo las prerrogativas disfrutadas en su distrito por el grande Almirante de Castilla—.
—Luego cuidaremos de eso— respondió el Rey, a todas luces pensativo y fijándose poco en las jugadas.
Fonseca vio el cielo abierto, y aprovechando con destreza los descuidos cometidos por su adversario pronto logró superioridad de juego.
—La dama de vuestra alteza ha imitado a los navegantes temerarios aproximándose demasiado al abismo; la mano negra va a cogerla y está perdida sin remedio—.
—¡Malhaya el genovés!— murmuró Don Fernando frunciendo el entrecejo. —Voy a perder una partida regalada—.
E intentó parar el golpe con alguna zancadilla hábilmente tendida. Fonseca no mordió el anzuelo y su contrario perdía a cada instante más y más terreno.
—Lo que es ahora— atreviose a decir Fonseca frotándose las manos —la lucha no puede prolongarse más. A vuestra alteza no le queda otro remedio que doblar las torres para evitar el mate inmediato—.
—Pero, señor— objetó Doña Isabel, —o yo estoy ciega o creo que el blanco gana la partida—.
Y uniendo la acción a la palabra retuvo con la mano el brazo de su esposo, que iba a ejecutar la maniobra indicada por Fonseca. Don Fernando, empero malhumorado e influido por el apremiante jaque de la torre enemiga, no atinaba en las jugadas precisas para ganar. Levantó la cabeza como en demanda de ayuda; sus miradas se encontraron con las mías, que le aseveraban la victoria. Cargando entonces sobre la diestra mano su noble y anchurosa frente, meditó de nuevo un buen rato. Ilumináronse al fin sus facciones, plácida sonrisa asomó presto a sus labios, que pronunciaron luego con enérgico acento:
—Fonseca, eres difunto; ni mis distracciones te valen—. E hizo rápidamente las jugadas predecesoras al mate.
Levantose acto seguido el rey de su asiento y dirigiéndose a la Latina le dijo con cierta ironía:
—¿Y bien, doña Beatriz, qué es lo que decíais hace poco sobre los hombres y las moscas?—
—Señor, nadie puede vanagloriarse de no errar alguna vez. Ya lo dice Plinio: Nemo mortalium omnibus horis sapit—.
—Opinais, pues, que es propio de sabios mudar de consejo. Yo también —añadió Don Fernando— lo entiendo así, y pienso ordenar a don Juan de Colona que extienda el nombramiento de Almirante a favor de Colón, tal como lo ha indicado vuestra amiga la Reina—.
Doña Isabel llamó entonces a uno de sus pajes.
—Alonso, monta en seguida a caballo y corre al encuentro de Cristóbal Colón, que sigue la ruta de Palos de Moguer. Dile que vuelva pronto y esperanzado a nuestros reales de Santa Fe—.
Ya lo veis, señor doctor. ¿No es el caso de repetir lo que nos decía Antonio de Nebrija, que las cosas más insignificantes son a veces causa de grandes acontecimientos. Si el genovés llega a descubrir tierras, como lo espero y ansío, bien podrá decirse que mucho influyó en el supuesto suceso el movimiento de un simple peón de ajedrez avanzado con precisión y a tiempo un paso»." Ganzo, Julio, "Historia general del Ajedrez", Editorial Ricardo Aguilera, Madrid, 1973, págs. 61-64
En "Incas ajedrecistas", entrada de éste blog posteda el 16 de diciembre de 2014, se relata, según la obra de Ricardo Palma "CIEN TRADICIONES PERUANAS", la leyenda del aprendizaje y la afición por el ajedrez del Inca Atahualpa, en su cautiverio en Cajamarca.
"... y se menciona al que fuera capitán general de Cuba y descubridor de la desembocadura del Mississippi, Hernando de Soto, como protagonista de los duelos de ajedrez que presenciaba cotidianamente el Inca y que según dicen en una votación por su vida influyó un derrotado contrincante de De Soto, agraviado por una intervención del Inca en una partida.
De Soto, se cuenta que jugaba ajedrez con su esposa, Isabel de Bobadilla, fue la máxima autoridad en Cuba y dejó a cargo de la Isla a Doña Isabel, al partir hacia las exploraciones al norte del Golfo de México. Doña Isabel oteaba constantemente el mar, esperando el nunca logrado regreso de su marido, inspirando su figura al escultor Pinzón, la giraldilla de La Habana que se encuentra en la torre de los Homenajes del Castillo de la Fuerza, pequeña escultura en bronce que es actualmente conocido símbolo de la Ciudad de La Habana."
En 1999 viajé por primera vez a Cuba, específicamente a La Habana. Conocí La Habana Vieja, la Plaza de la Revolución, El Vedado, helados Copelia, las playas de Santa María del Mar, el Hotel Nacional, El Cabarét Copacabana, el Rincón del Bolero... pero mi viaje estuvo orientado a relacionarme con el ajedrez cubano en reuniones oficiales con el ISLA y plantear formas de cooperación ajedrecística. En visitas al Museo de la Ciudad posando junto a La Giraldilla y en el Insituto Superior Latinoamericano de Ajedrez (ISLA) con sus funcionaros.
En 1999 viajé por primera vez a Cuba, específicamente a La Habana. Conocí La Habana Vieja, la Plaza de la Revolución, El Vedado, helados Copelia, las playas de Santa María del Mar, el Hotel Nacional, El Cabarét Copacabana, el Rincón del Bolero... pero mi viaje estuvo orientado a relacionarme con el ajedrez cubano en reuniones oficiales con el ISLA y plantear formas de cooperación ajedrecística. En visitas al Museo de la Ciudad posando junto a La Giraldilla y en el Insituto Superior Latinoamericano de Ajedrez (ISLA) con sus funcionaros.
FOTOGRAFIA: MISAEL LIMA (SECRETARIO COMITE OLIMPICO CUBANO Y DIRECTOR DE CUBADEPORTES) - LA HABANA, JULIO 1999 ABAJO
FOTOGRAFIA:
ARMANDO LOPEZ - LA HABANA, JULIO 1999
DE IZQ. A DCHA: SERGIO COELLAR, RAMIRO PADILLA, RAMON ECHAVARRIA, ALBERTO CODINA, DANILO BUELA Y FRANCISCO ACOSTAINSTITUTO SUPERIOR LATINOAMERICANO DE AJEDREZ (ISLA) https://www.ecured.cu/Instituto_Superior_Latinoamericano_de_Ajedrez |
"Si Simón Bolívar jugaba ajedrez en Londres en tertulias en que participaba el primer guerrillero de Iberoamérica toda, Don Francisco Xavier Mina, el Mártir de Sombrerete y Héroe de Zaragoza y Navarra, no hay documentación probatoria y solo se menciona en el enorme archivo epistolar de Fray Servando Teresa de Mier.
Hay comentarios de que en la prisión que por cuatro años sufrió Mina en la prisión parisina del Castillo de Vincennes por combatir defendiendo España de los ejércitos de Napoléon, jugaba ajedrez con militares franceses enemigos del bonapartismo que eran sus compañeros en esa terrible prisión." http://chesscom-chesscoach.blogspot.com/2010/09/grandes-personajes-presumian-de-jugar.html
Finalmente concluímos ésta entrega, con una frase del Libertador, Simón Bolívar, que confirma su proximidad y valoración de la práctica del ajedrez.