sábado, 29 de octubre de 2016

BUENOS AIRES 1927 - "JAQUES BROADBENT"



THE BUENOS AIRES 1927

COMMEMORATIVE

ORIGEN: JAQUES                         AÑO: 1925-1937

MODELO "JAQUES BROADBENT"

REPRODUCCION

THE HOUSE OF STAUNTON                     AÑO: 2014

          ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMERICA

TREBEJOS BLANCOS:                                      BOJ

TREBEJOS NEGROS:                       PALO DE ROSA

REY:    109.24 mm

BASE:    50.11 mm

PESO:     139.10 gr

MALETIN DE 44 x 44 x 10.5  cm.  (17" X 17" X 4")

MADERA RED BURL   

SELLO DEL FABRICANTE EN BAJO RELIEVE

(actualización septiembre de 2024)


FOTOGRAFIA: SERGIO COELLAR MIDEROS- QUITO, ABRIL 2020


 FOTOGRAFIA: SERGIO COELLAR MIDEROS - AGOSTO 2016
FOTOGRAFIA DEL FABRICANTE 
 http://www.houseofstaunton.com/fitted-briefcase-red-burl.html
 
FOTOGRAFIA: SERGIO COELLAR MIDEROS - AGOSTO 2016
Alan Fersht, en  "Jaques Staunton Chess Sets 1849-1939" presenta una espectacular guía del desarrollo de la patente Staunton de trebejos.  En su página http://www.fersht.com/chess/ Se puede observar con detenimiento, las variaciones y modelos de las famosas  piezas.   De Los trebejos, se muestra el cambio de los caballos Staunton, desde el origal hasta 1940.



"El Buenos Aires 1927 conmemorativo es un conjunto completo de piezas de ajedrez para torneo.  Cada conjunto ha sido tallado a mano por nuestros maestros artesanos con maderas de palo de rosa indio y boj.

Las piezas de ajedrez son pesadas y se asientan sobre almohadillas de base de tela de billar de lujo y un bello acabado. 

http://www.fersht.com/chess/
Estas piezas de ajedrez son una exquisita reproducción del modelo Staunton de los años anteriores a la Segunda Guerra Mundial y que se usaron en el legendario Campeonato Mundial de Ajedrez de 1927 que tuvo lugar en Buenos Aires, Argentina.  En lo que es ampliamente considerado como uno de los mejores Campeonatos del  Ajedrez mundial de todos los tiempos, el Campeón Mundial José Raúl Capablanca luchó contra el Gran Maestro Alexander Alekhine.

El conjunto viene equipado con un precioso maletin de madera Burl rojo para guardar y proteger indivualmente a cada pieza, incluidas las reinas adicionales.   Tiene llaves de seguridad y un sello en bajo relieve de la casa fabricante."


Reginald J. Broadbent
El modelo lleva el nombre del jugador sudafricano Reginald Joseph Broadbent, campeón de los condados del norte en 1933-46, campeón de Surrey en 1947 y campeón británico en 1948 y 1950,  quien al parecer, fuera galardonado con un conjunto de trebejos de Jaques, de tamaño más grande que el que oferta Frank Camarata-Chess&Antiques- según su propia descripción.


"Un juego de piezas de ajedrez Jaques Broadbent, pequeño, tamaño Club.

Este es un conjunto muy atractivo con Caballos Broadbent bellamente tallados con pupilas perforadas. El Rey mide 3-7 / 8" de altura con una base de 1-7 / 8" de diámetro.

Estos trebejos, Jaques Broadbent se encuentran en una caja de bisagra original de caoba con su etiqueta verde original del fabricante. Los trebejos están en excelentes condiciones. El juego es alrededor de 1930."

CHESSBASE publicó en el 2007 un  articulo de Carlos Ilardo sobre el Match por el Campeonanto Mundial de Ajedrez jugado en Buenos Aires, al cumplirse el 80 aniversario del mismo.  Los  detalles completos los encontrarán más abajo en el enlace de CHESSBASE.



https://es.chessbase.com/post/hace-80-aos-que-alekhine-venci-a-capablanca-
Trebejos del match- Cortesía Nahuel Crusta 12-09-2024

 
 
En  2010 leí la novela "Perdido en Buenos Aires", Premio de Novela "Mario Vargas Llosa" en 2009, del escritor cubano Antonio Alvarez Gil, nacido en Melena del Sur en 1947 y radicado desde 1994 en Suecia.   La novela fue publicada en 2010 por la Universidad de Murcia y el auspicio de Caja de Ahorros del Mediterráneo. Una novela espectacular con excelente narrativa.  Recomiendo su lectura a mis amigos.


"La novela Perdido en Buenos Aires recrea aquellos días porteños de Capablanca y narra, siempre desde la óptica del cubano, su estancia de dos meses y medio en la ciudad del Plata. Las escenas de ajedrez están contadas aquí con un lenguaje ameno y comprensible al común de los lectores.

Ellas nos descubren el drama del campeón, que ve como se le escapa el titulo ante un rival al que siempre considero inferior.

En la trama de esta novela, Capablanca se sumerge en la bohemia porteña y se deja llevar. Además de ajedrez, sus días y sus noches se llenan de tango y de cantantes, de actrices y de amor. Por las paginas de Perdido en Buenos Aires desfilan Carlos Gardel y todo un grupo de figuras del escenario y la farándula de la ciudad.

Aquí se mezclan ficción y realidad hasta un punto en que es imposible separarlas. En cualquier caso, lo único aparentemente cierto es que la noche de Buenos Aires contribuyo en gran medida a que uno de los genios más grandes de la historia del ajedrez mundial cediera su puesto a quien se lo supo ganar con trabajo, constante y esfuerzo creador." (Alvarez Gil)
 
 
Sergio Negri en AJEDREZ LATITUD SUR, comenta que en su libro 100.000 ejemplares por hora, el uruguayo Roberto Tálice incluirá una referencia ajedrecística:
 
Gloria Guzmán
"Gloria Guzmán, que practica el ajedrez y se considera una campeona del noble juego, pone una nota de humorismo en una declaración: ´Capablanca ha desalojado en mi corazón a Rodolfo Valentino´”.

Es que, en efecto, cuando en 1917 el genial maestro cubano José Raúl Capablanca (1888-1942) exponga por primera, y a la sazón por única vez, el título mundial ante el ruso-francés Aleksandr Alekhine (1892-1946) en la ciudad de Buenos Aires, siendo el claro candidato a retener la corona, juega con bastante despreocupación, por lo que la perderá, a pesar de que en esos años se lo consideraba prácticamente imbatible.

Podría creerse que las luces de la ciudad lo encandilaron, aunque también siempre fueron conocidas sus predilecciones tan epicúreas como distractivas. Lo cierto es que su talante latino se vio seducido, como indica Tálice, por la belleza de Gloria Guzmán (1900-1979), una conocida artista de teatros de revista argentina (aunque nacida en España), quien solía aguardarlo impaciente a las puertas del sitio en el que su enamorado estaba enfrascado en las partidas que lo enfrentaban con su archirrival ajedrecístico.

En ese sentido, por la fluidez de esos contactos, es probable que la dama, que por ese relato del uruguayo parecía interesada en el mundo del tablero, bien pudiera haber aprendido algo del extraordinario juego de su ocasional admirador.  Aunque desconocemos el alcance preciso de esas lecciones tan personales" 
 
 
Un amigo del blog y aficionado me pregunta sobre el lugar donde se exponen los trebejos y mesa del match de Buenos Aires 1927.

Le escribo sin dudarlo a Carlos Ilardo, del cual habiamos comentado ya con Diego Herman, ajedrecista argentino que actualmente vive entre Austria y Serbia; y  trabaja en Chess Informant.
 
 Carlos Ilardo, periodista argentino mantiene un interante blog denominado :
"Diarios de ajedrez Mucho más que un juego y poco menos que una ciencia"

CARLOS ILARDO
Periodista especializado en temas de ajedrez; hace 20 años que escribo en el diario LA NACION, LN Revista (2004) y Canchallena (2009). Con experiencia radial en: Continental y Nacional, y en sitios On Line: TyCSports, Chessbase, y Chessdom. Autor de los libros: Jugadas de la Memoria, Bobby Fischer La Leyenda, y 20 siglos de historias y los grandes hitos argentinos.


A Carlos le adjunté la dirección de éste blog e inmediatamente, el mismo día de realizada la consulta en el blog, recibo la contestación que transcribo:

CARLOS ILARDO <carlosilardo@gmail.com>  
4 de agosto de 2017  a las 17:25
 
"Estimado Sergio
Muy bueno el contacto.
Gracias por tus palabras y felicitaciones con el bolg.

Con relación a tú pregunta, el juego, al menos uno o dos de los utilizados, creo que se usaron más de 4 durante el match, están en el Club Argentino de Ajedrez.

El juego, la mesa, el reloj y algunas planillas están en exhibición junto a los recortes de los diarios de la época.

En el Club Argentino se armó una sala, una especie de museo, con los detalles de ese match entre Capablanca y Alekhine, y las fotos son las que en su mayoría están por Internet que yo tomé para Chessbase.

Te mando un fuerte abrazo
Carlos"
 
Para los amigos del blog comparto la dirección, pagina web y link de Facebook  del Club Argentino de Ajedrez: 
 



Paraguay 1858
Buenos Aires
Llamar +54 11 4811-9412

https://www.facebook.com/Club-Argentino-de-Ajedrez-Oficial-435246126575515/

La web de CHESS.COM (https://www.chess.com) ofrece a los aficionados e investigadores una espléndida oportunidad de mirar y deleitarse con los juegos oficiales de varios campeonatos mundiales.  No podían faltar las utilizadas en Buenos Aires 1927.

"CHESS SETS USED IN BOTH UNOFFICIAL AND OFFICIAL WORLD CHAMPIONSHIPS"

https://www.chess.com/forum/view/community/chess-sets-used-in-both-unofficial-and-official-world-championships?page=2

El amigo twittero @PsiChess, Carlos Martínez, Psicólogo especializado en ajedrez, nos deleita con una fotografia de su visita por el Club Argentino de Ajedrez.
 
Fotografía tomada de Twitter @PsiChess el 22/11/2017

Club Argentino de Ajedrez.  
Presentación de la mesa del Match Mundial, Capablanca vs. Alekhine (Buenos Aires 1927) por el socio del club, Christian C. De Luca.

Christian C De Luca
Publicado el 1 sep. 2017

 
CHESSBASE, publica hoy,  6 de diciembre de 2017, un reportaje de Sergio E. Neri y Juan Sebastián Morgado.   

"Bajo la denominación “Movimientos en blanco y negro” (Historia, literatura y arte en el ajedrez argentino), en el Museo del libro y de la lengua de esa institución, se hace una exposición acerca de “la historia del ajedrez en nuestro país, junto a sus transformaciones y derivas culturales”, en la que se exhiben “objetos, obras de arte y piezas de colección que reflejan el recorrido que esta disciplina tuvo y tiene en Argentina”.
Una fantástica recopilación hístorica de eventos, colecciones y obras de arte circundantes al ajedrez sucitados en Buenos Aires, se exhiben entre septiembre y diciembre en la Biblioteca Nacional Mariano Moreno.  

En la página 74 del Catálogo de Arte de la Muestra,  en  la sección Grandes eventos internacionales, nos deleitamos con una preciosa descripción del Match por el Campeonato Mundial de 1927:
 
Fotografia  del Catálogo de Martín Kohan



"En 1927 se produjo el primer gran acontecimiento de nivel internacional que conociera nuestro suelo: el campeón mundial José Raúl Capablanca, de Cuba, y su retador, Alexander Alekhine, ruso nacionalizado francés por esos dias, disputaron en Buenos Aires un match por el tútulo muncial que mantuvo en vilo a la afición local así como al mundo ajedrecístico todo. La particular personalidad del cubano, un bom vivat simpático y afecto a los placeres que la noche de Buenos Aires ofrecía en abundancia, era la antítesis de su rival, un personaje serio y hasta hosco, que pasaba del hotel a la sala de juego y viceversa, casi sin hacerse ver y obsesionado con vencer a su rival. La lucha sobre el tablero fue ardua y Alekhine logró destronar a Capablanca al triunfar con claridad, luego de treinta y cuatro agotadoras partidas disputadas durante tres meses, en los que el ajedrez fue noticia en los diarios de todo el país y el mundo." Kohan, Martin - "Movimientos en blanco y negro: historia, literatura y arte en el ajedrez argentino", Biblioteca Nacional de la República Argentina, 2017

 
Comentando sobre la exposición ‘Movimientos en blanco y negro. Historia, literatura y arte en el ajedrez argentino’ que recorre la historia del ajedrez se ha ampliado y podrá visitarse hasta el 31 de marzo en el Museo del libro y de la lengua de Buenos Aires, comentaba en marzo de 2018, Jesús Cabaleiro Larrán. Dando cuenta de la tradición argentina y e ajedrez, el autor comenta que: "...en Buenos Aires se encuentra el Museo de la Gloria Ajedrecística, iniciativa de Club Argentino del Ajedrez, cuya sede se encuentra en Paraguay 1858, en el barrio de Recoleta. Fue inaugurado, con apoyo de la Casa de Rusia, en 2013 y dispone de nueve salas." y la nota conduce a la exposición artística "Corona" en Sofía.
 

Pinturas en Bulgaria 

 

"Por otra parte, la embajada de Argentina en la capital de Bulgaria, junto con el club Blitz Chess Sofía, organizó una exposición de arte dedicada a los 90 años del campeonato mundial disputado en Buenos Aires.  

La muestra titulada ‘Corona’ incluye 36 pinturas y miniaturas de la serie llamada ajedrez, del artista especializado en representaciones del milenario juego, Roman Gumanyuk. Se incluía el retrato que pintó de los dos jugadores que disputaron el Campeonato Mundial de 1927. 

 
Roman Gumanyuk ante el retrato de Alekhine y Capablanca que disputaron el campeonato del mundo en Buenos Aires en 1927

 

Gumanyuk, natural de Kirguistán, ha conseguido 29 exposiciones siendo varias de ellas dedicadas al juego: ‘Alquimia, este y ajedrez’ en el Museo de Bellas Artes de Kirguistán en 2014 y ‘Reyes de ajedrez’ en Haskovo, Bulgaria, en marzo de 2017. Sus obras se han expuesto en museos y galerías además de su país natal, en Bulgaria, Ucrania, Bielorrusia, Kazajistán, Francia, Italia y Estados Unidos.

Por otro lado, el escritor cubano afincado en Suecia Antonio Alvarez Gil escribió un libro ‘Perdido en Buenos Aires’ en el que recrea este enfrentamiento y desde la óptica de Capablanca explica su estancia en la ciudad donde disputa el campeonato del mundo. Recibió el premio Vargas Llosa en 2009 y fue editado por la Universidad de Murcia, hoy inencontrable en España." 
 
 
José Luis Matamoros, un incansable promotor del ajedrez, cumplió recientemente un aniversario más de administrar el blog Ajedrez, la lucha continúa, el mismo que mantiene abiertas las puertas a las colaboraciones más distintas en torno al mundo mágico del ajedrez. 
 
En 2016 publica:

"sábado, 18 de junio de 2016

Campeonato Mundial de Ajedrez - José Raúl Capablanca vs. Alejandro Alekhine - El Ajedrez Americano (1927) 
 


Amigos ajedrecistas:

Los amigos Joaquincel y Javier Marino, nos regalaron una joya de revista, "El Ajedrez Americano", revista argentina dirigida brillantemente por el maestro Roberto G. Grau (1927-1943), mi querido amigo RYJ, me comentó un día sobre la necesidad de rescatar muchos de los excelentes artículos que aparecieron en la vieja revista y traerlo al presente, me pareció una brillante idea. El primer artículo que rescaté fue el del Doctor Euwe "El juego de combinación", hoy les traigo el segundo, con el que inició la revista y con que se presentó al público: "Una Revista de Ajedrez - se ha pensado - no debe faltar en una gran ciudad moderna. Buenos Aires no la tiene. He aquí una deficiencia cultural con la que no puede transigir nuestro amor propio. Buenos Aires debe tener su Revista de Ajedrez, como la tiene París, como la tiene Londres, como la tiene Berlín, como la tiene Nueva York", "¿Puede acaso pedirse tema extraordinario para una publicación de ajedrez que surge, que el ocuparse de un match por el Campeonato Mundial del difícil juego?, "Capablanca y Alekhine, cuyos nombres se identifican con los momentos más brillantes del ajedrez moderno".

Se trata entonces del match por el Campeonato Mundial de Ajedrez, realizado entre septiembre y noviembre de 1927, entre dos de los ajedrecistas más grandes de la historia: el cubano José Raúl Capablanca y el ruso Alejandro Alekhine, comentado por el maestro Roberto G. Grau, quien fue segundo de Alekhine durante el match y fue testigo de cada una de las partidas. Espero que sea del agrado de todos los amigos ajedrecistas.

Dedicada a todos esos amigos ajedrecistas que comparten la dicha y la bendición de ser padres, felicidades.

Gracias a LG por la elaboración de las portadas.

Prof. José Luis Matamoros B.



EL AJEDREZ AMERICANO- ROBERTO GRAU



"Capablanca y Alekhine, los dos mejores jugadores de su tiempo, se enfrentaron en 1927 en un match. En aquel momento Capablanca parecía invencible, pero Alekhine consiguió arrebatarle el título. Después de ese gran match en Buenos Aires no volvieron a sentarse juntos ante un tablero de ajedrez durante nueve años.

Finalmente se encontraron en Nottingham en 1936. Capablanca ganó y compartió el primer puesto con Botvinnik. Sería poco decir que los dos genios del ajedrez no se soportaban mutuamente. En realidad se odiaban. No se hablaban y planteaban grandes problemas si los organizadores de los torneos les ponían en la misma mesa.

Alekhine intentó demostrar muchas veces que Capablanca no era lo que el mundo pensaba de él. Después de que en 1931 Capablanca jugase contra doscientos ajedrecistas (en cincuenta tableros) en Nueva York, Alekhine le superó en París al año siguiente, jugando contra trescientos ajedrecistas. En un artículo publicado en el "New York Times", el 1 de agosto de 1929, Alekhine incluyó a Capablanca en el grupo de jugadores como Maroczy, Euwe y Vid mar, que no consideraban el ajedrez como un arte. A ellos les interesaba únicamente ganar.

Por otro lado, Capablanca decía abiertamente que Alekhine no quería darle la oportunidad de jugar el match de revancha. El campeón prefirió jugar dos veces contra Bogoljubov.  En 1935 perdió contra Max Euwe en un match con una bolsa de 10.000 dólares.

Después de perder el título, Alekhine dejó de fumar y de beber y centró todas sus fuerzas en retornar a la cúspide. Estudiaba las partidas de Euwe y leía sus artículos. Y fue el primer campeón derrotado que recuperó el título.

Capablanca y Alekhine jugaron en el famoso torneo AVRO donde los ganadores fueron Fine y Keres. Alekhine quedó cuarto, empatado y Capablanca séptimo. Era la primera vez que el célebre cubano no se encontraba entre los tres mejores jugadores (como ganador fue proclamado Keres). El 25 de octubre de 1939 Alekhine hizo público su acuerdo con la Federación de Ajedrez de Argentina para jugar el match contra Capablanca.

El comienzo estaba previsto para el 14 de abril de 1940. Pero el 7 de diciembre se frustraron las negociaciones. Las agencias publicaron que la causa fue el bajo presupuesto. E l2 de mayo de 1941 el "The NewYorkTimes" escribió que Alekhine deseaba viajar a Estados Unidos para acordar el match de revancha contra Capablanca que se iba a jugar en La Habana. Alekhine había iniciado las negociaciones desde Lisboa, pero en 1942 Capablanca murió.

Cuando en 1927 Alekhine ganó el match contra Capablanca, el gran maestro Reti escribió: "El resultado del match no significa sólo la victoria de un representante de Europa frente a uno de América, sino también el triunfo del pensamiento más intuitivo europeo sobre el moderno americano.

Capablanca es en la vida privada un hombre mundano perfecto y, como ajedrecista, si es posible comparar el aspecto físico con el espiritual, es maravilloso, sin defectos y un deportista. Su estilo se caracteriza por la claridad de ideas, el oportunismo y creación de confusión en las jugadas. Era ajeno a la investigación teórica. La auténtica profundidad siempre está vinculada a la indagación, mientras que la verdadera claridad puede surgir espontáneamente después de rebuscar en lo confuso. En las partidas ganadas por Alekhine, bajo la capa de hielo de la técnica contemporánea, brillan con claridad las búsquedas apasionadas de nuevos caminos."

El Dr. Lasker dijo: "La victoria de Alekhine simboliza el triunfo sobre la mente de un luchador experimentado, que evita todo lo que sea poco claro. Capablanca procuraba soluciones matemáticas, utilizando métodos científicos. Alekhine es más artista, investiga más y ese modo de creación es, en principio, de un nivel más alto, especialmente cuando sale a relucir en la lucha."

Spielmann: "Respecto a nuevas variantes, los conocimientos de Capablanca eran de un nivel más bajo de lo que debían. Además, se demostró que ya no jugaba con su tranquilidad habitual y a veces se ponía nervioso sin razón alguna."

Poco antes de morir, Alekhine escribió un artículo sobre Capa blanca donde decía:" ¿Por qué perdió Capablanca? Me gustaría saberlo, pero, incluso ahora, no soy capaz de responder con exactitud a esa pregunta, especialmente teniendo en cuenta que en 1927 yo no pensaba que era mejor que Capablanca. Es posible que la principal causa estuviera en la sobrevaloración de sus propias fuerzas, en lo que había influido su impecable victoria en el Torneo de Nueva York."

Al perder el título, Capablanca también perdió, por cierto tiempo, su forma deportiva. Poco después intentó que la FIDE cambiase las condiciones del match para el campeonato del mundo, y lo hizo sin habérselo consultado previamente al campeón. Alekhine no toleraba ese comportamiento y eso provocó un distanciamiento entre ellos ehizo que sus relaciones se enfriasen.

Spassky y Fischer nunca escribieron sobre su gran match, pero Alekhine y Capablanca han dejado muchos testimonios sobre el suyo.


Jose Raul Capablanca - Alexander Alekhine 0-1
Buenos Aires (r1) 16-09-1917


He aquí lo que escribió Capablanca en el "The New York Times" en 1927.

"Alekhine ha ganado porque ha aprovechado todas las oportunidades que se le han presentado. Jugó bien en las aperturas, aunque quizás no mejor que yo, y estuvo bien en el medio juego a pesar de tener unos fallos grandes. Su mejor fase fueron los finales, en los que jugó muy fuerte. Por lo demás, su juego es cuidado y monótono, de una gran calidad, pero sin decisiones sorprendentes.

Su técnica se basa en aprovechar el más mínimo error del adversario en unas posiciones aparentemente igualadas. Eso es muy importante, porque actualmente la técnica de aperturas es tan conocida para los ajedrecistas, por lo que ese tipo de posiciones les resulta fácil."

Capablanca escribió que el match había demostrado que no estaban ni aproximadamente tan fuertes como lo habían estado unos años antes. "No estábamos preparados ni física ni psíquicamente, ni teníamos suficientes fuerzas. Hoy en día la preparación para un match exige grandes sacrificios, que no pudimos afrontar por falta de fuerzas y porque habíamos perdido una parte de nuestro amor por el ajedrez. Las causas de ello se encuentran en la creencia de que el ajedrez se estaba muriendo y en que entendíamos que no se podían empatar todas las partidas. Actualmente son capaces de ello sólo un par de jugadores, pero dentro de diez años probablemente lo serán tres o cuatro. Los conocimientos técnicos de la apertura han destruido la parte artística del ajedrez."


Cómo vio Alekhine ese match: "Creo que es fácil explicar mi victoria.

Como dijo De la Palise, en Buenos Aires simplemente jugué mejor que Capablanca. Después de dos meses y medio de lucha contra la "sensibilidad latina" del cubano, puedo confirmar definitivamente lo que había dicho de él en la época del Torneo de San Petersburgo, en 1914.

Dije que todos los defectos del juego de Capablanca estaban estrechamente relacionadas con sus debilidades humanas."

Al ganar a Capablanca en Buenos Aires Alekhine se convirtió en el primer campeón ruso del mundo.

"He conseguido ganar a Capablanca empleando al final del match mis últimas fuerzas. Pero fueron necesarios años de sacrificios para conseguir este éxito" -dijo Alekhine." Bjelica, D. "Reyes del ajedrez- Alexander Alekhine"-Zugarto Ediciones S.A., 1993,Getafe (Madrid)- España


Recientemente, nuestro amigo Sergio Ernesto Negri en AJEDREZ LATITUD SUR, publica un artículo sobre la pelicula "LA NIEVE BLANCA DE RUSIA" y la presentación de la misma en la plataforma youtube con subtitulos en español.  Yo tenía la versión rusa hace muchos años y no encontraba su traducción en español.

A continuación transcribo el posteo de Sergio Ernesto Negri.
 

La nieve blanca (film ruso con subtítulos en español)

31 mayo, 2021
Por Sergio Negri
 

"En versión subtitulada al idioma español ofrecemos a nuestros lectores, gracias a la gentileza de Christian De Luca, quien nos envió el respectivo vídeo de La nieve blanca (Belyy Sneg Rossii), estrenado en la entonces URSS en 1980, el que se puede apreciar desde el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=N2N_0VHxrjk. De Luca, al remitir el material, expresó su agradecimiento, el que desde luego hacemos propio (aún sin personalmente conocerlos), a Iván Neznamov y Elizaveta Bogomaz, dos integrantes de la comunidad rusa en la Argentina quienes hicieron el trabajo de traducción. 

COMENTARIOS SOBRE EL FILM LA NIEVE BLANCA

El film ruso La nieve blanca (Belyy Sneg Rossii), estrenado en la entonces URSS en 1980, dirigido por Yuri Vyshinsky (1923-1990), inicia su recorrido con el momento histórico en el que, al reanudarse la que a la postre sería la última partida del match que enfrentaba en Buenos Aires al cubano José Raúl Capablanca con el aún ruso Alexandre Alekhine, este recibe una carta de su rival anunciando que no proseguiría el juego suspendido por lo que se consagra como el cuarto campeón mundial de ajedrez.

El relato decanta hacia el devenir de la vida de un muy atormentado Alekhine quien, tras ese suceso sudamericano, se verá por las fuerzas de las circunstancias a no poder regresar a su patria en donde prontamente se lo considerará un enemigo del régimen.

Más tarde, esa situación enojosa con su patria de origen se exacerba con el ascenso del nazismo, y la ocupación de la Francia en la que residía el campeón con su esposa de ese tiempo, dándole mayores componentes dramáticos a su existencia y, en la perspectiva del film, a su enajenación con el terruño natal.

En este planteo general observamos cierta condescendencia por partida doble: es probable que ni Alekhine quisiera regresar a Moscú, como se plantea, habida cuenta de que la instalación del modelo político en su país no le fuera nada propicia al habérselo considerado un símbolo de la vieja aristocracia dominante. En el otro sentido, tampoco parece verosímil que en Rusia quisieran que volviera alguien que ya estaba residiendo en Francia, y que había procurado rápidamente la ciudadanía gala, en tiempos en los que disputaba su querella ajedrecística contra el cubano. En la URSS, por supuesto, todas las fichas estaban puestas en la nueva escuela soviética (y no rusa) que se quería instaurar bajo el liderazgo de Mijaíl Botvínnik.

Hay cierta escasez de profundidad en la mirada: nada se sugiere sobre las controvertidas declaraciones de Alekhine sobre los jugadores judíos, a los que caracterizaba como temerosos y especulativos, en tiempos en que esa clase de definiciones podían tener (y tuvieron) consecuencias muy indeseadas. Más bien, se lo presenta al campeón como una suerte de secuestrado del régimen nazi lo que, si bien tiene algún asidero, no presenta matices respecto del propio comportamiento de un Alekhine que, en diversas visiones, fue demasiado funcional al nuevo orden que Hitler quería imponer.

Por otro lado, es asimismo edulcorado el tratamiento que se le brinda a Rusia en tanto nación ya que esa patria, si bien podía evocar los mejores recuerdos de Alekhine, no hay que olvidar que estaba en pleno auge de la URSS de Stalin, con su secuela de puntos oscuros que alcanzaron a todos los planos de la sociedad, incluido desde luego el ajedrez. En ese contexto, hubo purgas, confinamientos a Siberia y asesinatos de muchos ajedrecistas.

De hecho se ha sostenido, aunque no debidamente comprobado, que el propio hermano del campeón del mundo, quien era también ajedrecista, pudo haber sido enviado matar por personeros del régimen. Y Alekhine no se había ido antes del país alegremente sino que se le habían confiscado sus bienes y, en algún momento, también fue encarcelado en su país, siendo conocida la anécdota sobre que lo habrían liberado por orden de León Trotzki. Nada de esto se menciona en un film donde, la nieve blanca, en su estado de idealización, puede ocultar los escombros que se depositan por debajo de la superficie.

Hay adicionalmente planteos que no necesariamente tienen rigor histórico: por ejemplo, el desafío de Botvínnik fue recibido en su residencia en Estoril después de la muerte del campeón y el match se iba a disputar en Inglaterra y no en Moscú.

Al final el film, entre canciones bellas cantadas en idioma ruso, vuelve a obnubilarnos el director con la propuesta de color níveo blanquecino, al decretarse que Alekhine tuvo una "muerte natural" cuando, es sabido, hay fundadas sospechas de que pudo haber sido asesinado (algunos, como el escritor italiano Paolo Maurensig, sostienen, aunque ficcionalmente, que la orden de exterminio pudo haber provenido precisamente de Moscú).

Pese a todos estos comentarios, que se los hace para contextualizar y no caer en los brazos de la propaganda o de los sesgos narrativos, no puede menos que decirse que el film es agradable y que, en algún sentido, al enfatizarse en los avatares personales de Alekhine, en su obsesión por el ajedrez, en su encantadora relación con su gato Chess, y en las circunstancias dramáticas que caracterizaron a su existir en tiempos bien difíciles (los de los totalitarismos, los del nazismo, los de las guerras mundiales), le confiere un halo de mayor humanismo que permite empatizar con una figura que, usualmente, ha sido mucho más valorada por lo hecho dentro del tablero que por algunos de sus controvertidos comportamientos fuera de él.

Por otra parte, habida cuenta del origen del film, y la fecha en el que apareció, comprendemos perfectamente que se le haya querido imprimir un mensaje de algún modo reivindicatorio en cuanto a la visión de Rusia sobre un hijo pródigo del que mucho tiempo renegó. No habría que dejar de notar que la película se basa en Belye i chyornye de Aleksandr Kótov (1913-1981) quien, a su vez, es coguionista del film, junto a su director.

Ese libro al traducirse al español se lo tituló Las blancas y las negras, y no el más poético, y del todo inexacto, La nieve blanca. Pero lo que importa decir, en estas circunstancias es que Kótov, además de eximio ajedrecista, tuvo un vínculo muy estrecho con el régimen soviético, a punto tal de que se lo llegó a considerar, lo que es difícil de comprobar, parte de los servicios secretos de su país. Sea esto cierto o no, la mirada de Kótov está lejos de ser neutra e imparcial.

Cuando se fundó la escuela soviética de ajedrez, encabezada por Botvínnik, la que el régimen necesitaba por razones propagandísticas e ideológicas que fuera revolucionariamente fundacional, en sus primeros tiempos se había hecho tabula rasa con el brillante pasado ruso, ese que había en buena medida encarnado Mijaíl Chigorin (entre otros) en el siglo XIX; y ese que Alekhine, ya en el siglo XX, llevaría al cénit al alcanzar la corona mundial en la lejana Buenos Aires.

La nieve blanca, por ello, y más allá de los cuestionamientos y precisiones que pueden hacérsela en tanto reflejo fiel de los hechos, es un film profundamente reivindicativo y, a su modo, conmovedor.

Por un lado, plantea la necesidad de comprender más humanamente a un Alekhine que fue llevado a circunstancias probablemente no queridas en buena parte de su nada feliz existencia.

Y, por el otro, prohija la idea de que la propia Rusia, nación ajedrecística impar, de ninguna manera podía darse el lujo de desconocer que, con Alekhine, alcanzó por vez primera el pináculo de la gloria."